La contabilidad y fiscalidad de una empresa están íntimamente relacionada: una correcta contabilidad de los gastos, ingresos, etc. nos permitirá también gestionar mejor la fiscalidad que le corresponde a la empresa. Te ofrecemos 4 simples consejos, pero que te pueden ayudar a llevar mejor la contabilidad y fiscalidad de tu sociedad.
Revisa que hayas contabilizado bien todos tus gastos
Algunos gastos pueden pasarse por alto sin querer, como alguno de los gastos de un viaje de empresa, relacionados con consumibles, pequeñas cantidades pagadas con efectivo, etc. Todos los gastos son importantes, así que hay que ser estricto en este sentido.
Además, hay que vigilar de poner cada apunte contable en la cuenta correspondiente, ya que sino, a veces puede producir desajustes o problemas por ejemplo al calcular la base imponible del Impuesto de Sociedades o las cuotas de IVA deducibles o no.
Cuida de tu archivo
Para llevar una contabilidad clara, el archivo de facturas, recibos y demás justificantes tiene que ser ordenado, de fácil acceso y estar al día. Esto te ayudará a que no se te escape ningún gasto, y a tener acceso a la documentación necesaria en cualquier momento. Después, también hay que conservar los documentos unos años a efectos fiscales. Por ejemplo, los justificantes de los gastos de los que se haya deducido la cuota del IVA tienen que ser presentables a Hacienda durante un mínimo de 4 años más el ejercicio en curso. Cabe decir que si las facturas están digitalizadas y homologadas, esta tarea resulta mucho má simple.
Cuidado con el IVA no deducible
Tienes que estar seguro de conocer bien los supuestos de IVA deducible e IVA no deducible, porque sino te puede llevar a error. De la misma manera, un gasto que a priori es deducible puede no serlo si no tienes justificante, o si no es el justificante adecuado. Por ejemplo, los tiques o facturas simplificadas no son válidos.
Prudencia si tienes dudas
A veces, a pesar de tenerlo todo en orden, bien contabilizado y tener clara la teoría, al pasar a la práctica nos pueden surgir dudas. En estos casos lo mejor es recurrir a una asesoría o consultoría, que nos guiará en los pasos a seguir. Pero en todo caso, no hay que olvidar nunca la prudencia