Es probable que por motivos de trabajo tengas que invitar a tus proveedores o clientes, inversores o incluso a miembros de tu equipo a comidas de empresa. Aunque a simple vista parece algo sencillo, pueden darse situaciones que hagan fracasar una negociación. En el siguiente artículo te explicamos los errores más comunes que debes evitar en una comida de negocios.
Las comidas de empresa son muy habituales en el ámbito de los negocios, especialmente en los países del sur de Europa y Latinoamérica. En las reuniones en torno a una mesa se cierran contratos millonarios vitales para el éxito de muchos proyectos. Sin embargo, algunos errores pueden cambiar completamente el rumbo de una negociación que suponíamos ganada de antemano. Te los enumeramos a continuación.
1. Cambiar la hora de la comida o cancelar la reunión
No hay nada más valioso para un ejecutivo que su tiempo. A todos nos surgen imprevistos y tenemos que adaptar nuestros planes sobre la marcha. Sin embargo, cambiar de hora o cancelar una comida en el último momento es de mala educación y puede causar mala impresión en la otra parte. Por eso, es aconsejable repasar bien la agenda antes de concretar la fecha de una comida. En caso de que la cancelación o el cambio de día sean inevitables, hazlo con el tiempo suficiente para que el resto de los invitados puedan reorganizar sus agendas.
2. Visitar nuevos restaurantes o locales de moda
Es preferible concertar una comida de negocios en un restaurante conocido para evitar sorpresas. En ocasiones, los nuevos restaurantes nos pueden deparar disgustos por el servicio, la calidad de la comida, el ruido en el local… Para una reunión de trabajo es preferible ceñirse a lugares conocidos o bien recomendados.
3. Pedir primero
Los invitados siempre deben pedir los platos primero. Una buena fórmula es recomendar un plato y después pedir algo similar en el mismo rango de precios. Y hablando de pedir, antes de reservar la mesa deberías confirmar si los invitados tienen ninguna restricción alimenticia o alergia y asegurarte de que el restaurante sirva alimentos adecuados para la ocasión.
4. “Pelear” por la cuenta
La hora de la cuenta siempre se convierte en un tira y afloja para pagar. Aunque ofrecerse a pagar la cuenta es un gesto de educación, nunca deberías permitir que un invitado pague la comida. De hecho, lo recomendable es hablar con el servicio para dejar esta cuestión aclarada antes de sentarte a comer. También puedes levantarte discretamente al baño y pagar la cuenta sin que nadie se de cuenta.
5. No centres la conversación en ti
Recuerda que es una comida de negocios y no hay nada más aburrido y molesto que escuchar a alguien hablando sobre sí mismo durante horas. Es recomendable buscar algún punto en común con tus invitados y que estos se sientan apreciados, por ejemplo, mostrando interés sobre sus historias, aficiones y gustos. De esta forma establecerás una conversación dinámica y llegarás a conocer a la otra parte de forma más profunda. Lanza preguntas abiertas y demuestra interés por lo que las otras personas tienen que contar. Siempre puedes compartir historias personales pero nunca llegando al exceso. Además de conocer a tus invitados, mostrarás tu lado más humano.
6. No revises tu móvil constantemente
Seguro que tus mensajes de WhatsApp y tus emails pueden esperar. Pon tu móvil en silencio y si es posible, déjalo en tu bolsillo o bolso. Así demostrarás que estás poniendo toda tu atención en la conversación.