En un equipo donde una persona tiene que realizar un viaje profesional y los demás no puede llegar a nacer una cierta incomodidad, incluso algo de “celos” hacia la persona que va a disfrutar de ese desplazamiento. Para evitar situaciones tensas cuando tengas que irte de viaje corporativo y gestionar mejor las relaciones con tus compañeros de trabajo, te ofrecemos estos 3 consejos imprescindibles.
Consejo #1: No te quejes demasiado
A menudo, de forma inconsciente se suele confundir viaje de negocios con viaje a secas. Los que no suelen realizar viajes de este tipo pueden pensar que esos viajes son una oportunidad para ver mundo, conocer ciudades o países y pasarlo bien gracias al trabajo. Y eso puede generar recelo y suspicacia por no ser el elegido o la elegida para disfrutar de esta situación.
Pero los viajeros habituales saben que los viajes de negocios están lejos de ser idílicos. Suelen más bien ser sinónimos de estrés, horarios imposibles, horas extras, reuniones sin fin y poco tiempo para disfrutar del lugar. Por eso suelen poner énfasis en las partes negativas del viaje, para hacer partícipes a los demás de lo incómodo de la situación. Pese a ello, lo mejor es no insistir mucho en los problemas, el cansancio, los atrasos, etc. Podría percibirse como que se está haciendo la víctima, y en vez de crear empatía, crear sentimientos negativos.
Consejo #2: No hables
Muchos profesionales de la gestión de equipos aconsejan a los viajeros corporativos no hablar en el trabajo de sus desplazamientos. Si les interesa, ya se ocuparán ellos de sacar el tema y comentar o preguntar. Este enfoque, que se popularizó en los años 80 pretende evitar que los viajes de negocios envenenen las relaciones entre compañeros de trabajo.
Consejo #3: No dejes de lado tu trabajo
Sí, es casi inevitable que en los viajes de empresa se dedique parte del tiempo personal al trabajo, concretamente al motivo del viaje. Pero ese trabajo suele ser un añadido a las tareas habituales o recurrentes del viajero. Si este se escuda en el viaje para justificar que no puede cumplir con su trabajo habitual, puede generar problemas, ya que seguramente será otra persona del equipo que tendrá que absorber esta carga de trabajo.
Así que antes de iniciar el viaje es mejor anticipar ese trabajo que no se podrá realizar durante el desplazamiento, adelantar todo lo que se pueda para dejarlo lo más cerrado posible. También se recomienda comunicar a los interlocutores más habituales la ausencia, sobre todo si será larga, ya sea a través de un email o una llamada, para que lo tengan en cuenta. De la misma manera, programar una respuesta automática para los emails que lleguen durante esos días es una práctica fácil y que ahorra muchos problemas.