Internet y las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de hacer negocios. Sea cual sea el público objetivo de tu empresa, tu presencia en la web es imprescindible. Y para adaptarte a esta nueva era digital es necesario seguir una serie de pasos que van desde el uso de las nuevas tecnologías a tener un plan estratégico a largo plazo que cambie la cultura de los miembros de la organización y la adecue a los nuevos tiempos.
Los cambios tecnológicos nos obligan a crear vías de colaboración fluidas con nuestros clientes para ofrecer las soluciones que demandan. La empresa debe hacerse más visible y cercana para lo cual es imprescindible diseñar una estrategia de marketing digital que aproveche todos los canales que las nuevas tecnologías ponen a disposición. La transformación digital debe tener un lugar privilegiado en el plan de negocio y para ello la estrategia de marketing es fundamental.
Debemos ser conscientes de que la tecnología por si sola no traerá la transformación digital a nuestra organización. Esta no consiste en contar con el mejor hardware o instalar la tecnología más desarrollada sino en aprovechar las nuevas oportunidades que esta era nos acerca. Debemos adaptar nuestro modelo de negocio y forma de trabajar para competir con los mejores en un mercado cada vez más exigente. Ello requiere cambiar la cultura de la empresa y rodearnos de gente con habilidades para afrontar con éxito el desafío del cambio digital.
Hoy en día las organizaciones cuentan con una gran cantidad de información que, bien utilizada, brinda conocimiento. Las herramientas de analítica son cada vez más potentes y su uso permite a las empresas adaptar sus soluciones y contenidos a las necesidades de su mercado potencial. Las respuestas pueden personalizarse al máximo gracias al conocimiento que tenemos de nuestros clientes, en definitiva los grandes beneficiados de esta revolución tecnológica.
Lograr que la transformación digital de la empresa sea exitosa requiere inversión, tanto en tecnología como en personas. Es por ello que el presupuesto también debe adaptarse a esta realidad, siguiendo siempre un plan definido dentro de una estrategia a medio y largo plazo. La innovación es una de las áreas en las que las organizaciones deben apostar ya que ayudará al cambio cultural que es necesario para afrontar los nuevos desafíos. La inversión en herramientas tecnológicas que permitan la automatización de procesos también tiene su efecto positivo sobre la productividad.
La estrategia pensando en el largo plazo es otra de las claves para una transformación digital exitosa de la empresa. El proceso no culmina con la utilización y adaptación a las tecnologías de hoy. Estas seguirán evolucionando y las organizaciones deben estar preparadas para ajustarse a ellas y sacarles el máximo provecho. El cambio y la evolución serán constantes y la empresa debe estar preparada para convivir con ellos.
En definitiva, el nuevo paradigma representa todo un desafío y exige un gran esfuerzo, pero la transformación digital no tiene que ser vista como una necesidad sino como una gran oportunidad.