Para la mayoría de empresas la formación de los trabajadores es un valor muy importante. Por esto, muchas optan por impartir cursos, talleres, seminarios y otros eventos formativos, o a contratarlos en una empresa especializada. A continuación te damos 4 claves para mejorar el rendimiento y el resultado de estos eventos.
En primer lugar, hay que averiguar qué formación es necesaria y para qué empleados. Seguramente no todos tendrán las mismas necesidades, por lo que hay que adaptar el calendario de cursos y seminarios para cada trabajador. De lo contrario, la empresa estará invirtiendo tiempo y dinero en algo sin ninguna utilidad para ella ni para sus trabajadores.
Una vez sabemos qué oferta formativa hace falta, se tiene que pensar en la manera más adecuada de dar esos contenidos. Hoy en día existe mucha variedad: online o presencial, de tan solo una hora o de varios días, en la misma empresa o fuera de ella, etc. Dependiendo del contenido, podemos optar por un abanico muy amplio de soluciones.
La formación es para los trabajadores, así que ellos también tienen que estar preparados. Se les tiene que comunicar los objetivos de esos cursos, por qué son necesarios, qué se espera de ellos, así como el seguimiento que se les hará. No está de más saber también qué opinan de la formación propuesta los trabajadores que tendrán que realizarla, qué expectativas tienen, etc.
Finalmente, como cualquier otro proceso que se realiza en una compañía, es importante hacer un seguimiento para conocer el resultado. Aunque no es habitual, quizás se tenga que hacer alguna prueba a los trabajadores para asegurarse que la formación ha sido efectiva y han adquirido los conocimientos. En todo caso, la formación hecha tiene que suponer una mejora en el trabajo hecho por los empleados y la empresa debe asegurarse de que así ha sido, o en caso contrario ver qué ha fallado: formato inadecuado, contenido no adaptado, etc.
