El business travel no es una práctica de riesgo para tu salud. Pero sí es cierto que si se realiza con frecuencia puede llevar ciertas consecuencias. Así que a continuación conoce algunos de los síntomas y las claves para evitarlos.
Después de realizar varios viajes de negocios, te has mirado al espejo y has dicho: esto no puede ser bueno. Pues tenías razón. Así lo confirma un estudio publicado en la revista especializada Environment and Planning A. realizado por investigadores de la University of Surrey, en Reino Unido, y de la Linnaeus University, en Suecia. De hecho, algunos de los síntomas, que derivan en problemas fisiológicos, vienen dados por el archiconocido jet lag . Frecuentemente, esta descompensación horaria es la culpable de los trastornos de sueño como el insomnio, y según apunta este estudio, también podría estar estrechamente relacionado con el envejecimiento prematuro.
Por otro lado, los afterworks y comidas no suelen propiciar una dieta saludable. Así que a la larga el sobrepeso y el aumento de azúcar en sangre pueden ser otras de las consecuencias de los viajes de negocios frecuentes.
Los efectos psicológicos y emocionales son menos evidentes pero también se hacen notar. Trastornos como “la desorientación del viajero”, resultado de cambiar constantemente de lugar y zona horaria, son una realidad. Por otra parte, no es una novedad que el viaje en sí mismo ya es una fuente de estrés.
Por último, se producen los efectos sociales que afectan también a familiares y amigos del viajero. La distancia, la soledad y la carga de responsabilidades que tiene que asumir el miembro de la pareja que se queda en casa pueden tener efectos negativos en la relación.
Para combatir estos efectos del ir y venir con frecuencia por motivos de negocios podemos aplicar los siguientes consejos que encontramos en este estudio:
- Adaptarnos al nuevo horario una semana antes del viaje.
- Durante el viaje intentar, tanto como se pueda, comer sano.
- La planificación es el mejor aliado para evitar el estrés y la ansiedad.
- La comunicación con tu familia es indispensable, antes, durante y después del viaje.