Se acerca la Navidad, época de celebraciones tanto en las familias como en las empresas. Muchas sociedades quieren aprovechar esta ocasión para tener un detalle con los clientes más asiduos o más importantes, y así hacerles saber su importancia para la empresa. Te damos algunas ideas para que hagas llegar ese mensaje a tus clientes.
Existen muchas prácticas diferentes en cuanto a celebrar la Navidad con los clientes, que podríamos considerar como marketing relacional. Dependiendo del tipo de cliente y del presupuesto disponible, podremos optar por una u otra.
Felicitación de Navidad
Antiguamente se enviaban postales navideñas para estas fechas, pero hoy está en desuso. Al igual que pasa con otras gestiones, si este proceso se basa en el papel y se realiza de forma manual resulta lento y costo. Por el contrario, el envío de emails navideños es el equivalente digital y actual de esta práctica. Resulta mucho más fácil y económico enviar una felicitación a los clientes de esta manera, por lo que también es posible no ser tan selectivo y enviársela a más clientes, en función de nuestra base de datos.
Regalos
En un post reciente hablábamos de este tema y de cómo deducir el IVA de los regalos a clientes. Se pueden hacer regalos desde un coste muy bajo por cliente. Una buena opción por ejemplo es ofrecer muestras o vales descuento para el producto o servicio que nuestra empresa ofrezca. También se pueden regalar objetos de merchandising con el logotipo de la sociedad, o quizás algún regalo un poco más especial para clientes VIP, como por ejemplo cestas o lotes de Navidad. Eso sí, hay que tener cuidado con la política de aceptación de regalos que tenga nuestro cliente: algunas empresas, como las públicas o bien los funcionarios, no tienen permitido aceptar regalos de empresas privadas.
Cenas de Navidad
Es habitual hacer cenas de Navidad con los empleados. ¿Por qué no hacerlo también con los clientes? Cuando se trata de un cliente realmente importante, con el que la relación está muy consolidada, puede ser buena idea organizar una cena. Eso sí, cuidado con reunir a varios clientes en una misma cena. Puede llegar a ser incómodo si, por ejemplo, son clientes que son competencia entre ellos, si por motivos comerciales reciben tratos o tarifas distintas por nuestra parte, etc. Además, se puede perder la sensación de trato personalizado. Por otra parte, tampoco tiene que ser forzosamente una cena, también puede ser un almuerzo, o incluso un desayuno.
