El flujo de efectivo es, junto al balance general y el estado de resultados, uno de los estados financieros básicos, lo que significa que su control es crucial para la buena marcha de cualquier empresa, compañía u organización.
El flujo de efectivo, o flujo de caja, es un informe de resultados que muestra el efectivo de una empresa tanto a nivel de ingresos, como de pagos y saldo y abarca el presente y períodos futuros. Su control es absolutamente necesario para poder proyectar las necesidades de efectivo de la empresa en la actualidad y en el corto, medio y largo plazo.
La predicción del efectivo mediante estrategias de control financiero permite reflejar, de una manera precisa y cuantitativa, los objetivos fijados por las empresas a corto plazo, mediante el establecimiento de los programas oportunos, sin perder tampoco la perspectiva a medio y largo plazo.
Elementos del flujo de efectivo
El flujo de efectivo, también denominado presupuesto de caja, está conformado por los siguientes elementos principales:
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Entradas de efectivo.
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Desembolsos de efectivo.
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Flujo neto de efectivo.
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Efectivo inicial.
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Efectivo final.
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Saldo mínimo de efectivo (que se debe mantener siempre en caja).
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Financiamiento total requerido (si hay déficit).
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Saldo de efectivo en exceso (si hay superávit).
Objetivos del control del flujo de efectivo
En definitiva, el control del flujo de efectivo consiste en el cálculo de las entradas y salidas de efectivo con los siguientes objetivos:
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Conocer los sobrantes y faltantes de dinero y tomar la medidas adecuadas de inversión o financiación.
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Identificar el comportamiento del flujo de efectivo por entradas, salidas, inversión y financiamiento y establecer un control permanente sobre los mismos.
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Evaluar la razonabilidad de las políticas de cobro y pago.
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Medir la liquidez de cualquier organización.
Manejar eficientemente el flujo de caja significa tener un control sobre los cobros y pagos, así como los libros financieros del negocio. Además de los métodos de control, el establecimiento de políticas de crédito efectivas y la optimización de los pagos mediante sistemas automatizados resultan de gran ayuda para mejorar el proceso.
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