Cuando hablamos de contabilidad de costes nos estamos refiriendo a aquella que, a diferencia de la financiera, es más rica y completa respecto a la información operativa de la empresa. Podemos analizar los centros de costes de la organización y de la rentabilidad de cada área. ¿Cuáles son las pasos para implementar una gestión adecuada de la contabilidad de costes?
La clave de la contabilidad de costes es contar con la información apropiada para hacer la valoración de la misma. En este sentido, para obtener y procesar dicha información es imprescindible contar con un software que se adapte a los requerimientos de la empresa y que pueda ser configurado según las necesidades de cada área.
El diseño de la contabilidad de costes a implantar es el segundo paso de este proceso. Para ello es necesario definir cuál es la relevancia de cada uno de los centros de costes de la organización. De esta forma, habrá centros primarios y secundarios cuyos responsables tendrán que identificar la información más relevante para el análisis de cada área.
En este sentido, los distintos recursos que forman parte de un área son identificados en la contabilidad de costes como pertenecientes a la misma para luego, con la información capturada, agregar los resultados individuales. Esto permitirá a los responsables valorar si el centro de coste en análisis está dentro de los márgenes previstos.
La importancia de cada área en la estructura de costes de la empresa está dada por su relación con la elaboración del producto o prestación del servicio que comercializa aquella. De esta manera, se consideran centros de costes primarios los vinculados directamente con la fabricación del producto o prestación del servicio. Los secundarios son centros compuestos por áreas o recursos auxiliares a la actividad principal de la empresa.
La formación del equipo de contabilidad es fundamental para la correcta recopilación de la información que se volcará y sobre la que se llevarán a cabo los análisis. Este equipo será además quien deberá reportar de forma recurrente a los responsables de cada área según el modelo de reporting diseñado a tal efecto.
En definitiva, la clave para contar con una contabilidad de costes eficiente que nos permita analizar la rentabilidad de cada área es contar con la información adecuada. Gracias a ella podremos anticiparnos a desviaciones presupuestarias, adoptar medidas correctivas, hacer un seguimiento de las mismas, controlar el cumplimiento de los objetivos establecidos para cada área de la empresa e identificar aquellas que son más rentables para la organización.