La innovación continuada es consecuencia de una cultura empresarial que combina con éxito un conjunto de actitudes, valores, experiencias, normas y creencias de una organización empresarial. Sin embargo, medir la innovación puede ser algo bastante complicado. En este artículo te explicamos varios métodos.
Los profesores Jay Rao y Joe Weintraub de la Babson College de Boston crearon una metodología para aplicar la innovación y conocer su efectividad mediante una serie de identificadores.
En primer lugar, identificaron los bloques de los que se conforma la cultura de la innovación y sus componentes, a los que llama “elementos” y “factores”. En segundo lugar, ambos profesores desarrollaron una herramienta práctica y fácil de utilizar que permite medir la fuerza de los bloques anteriormente mencionados. Esta herramienta se denomina “i-Q”.
De acuerdo a la metodología de Rao y Weintraub, la cultura innovadora se apoya sobre 6 bloques. Por un lado están los procesos, recursos y resultados y por el otro se encuentran los valores, la conducta y el clima.
Todos los bloques están relacionados entre sí, es decir, que la variación en uno de ellos afectará al resto.
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Recursos: este bloque tiene que ver con los recursos de lo que dispone la empresa para gestionar la innovación.
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Procesos: describe qué cauces sigue la gestión de la innovación en una organización empresarial. Los procesos se dividen a su vez en tres factores: ideación, concreción y realización.
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Resultados: este bloque describe cómo se define, mide y recompensa la producción empresarial.
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Valores: los valores establecen las prioridades y las decisiones que se toman en una empresa.
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Conducta: define la actuación de las personas en el ámbito de la innovación.
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Clima: un clima innovador de define por su simplicidad y por la confianza y colaboración entre los empleados de la empresa. Un buen clima fomenta el entusiasmo e impulsa a las personas a asumir riesgos.
Al completar una encuesta con los puntos mencionados anteriormente, la dirección de la empresa tendrá una imagen nítida de lo fuerte o débil que es la cultura innovadora en su organización. A partir de ahí, se deberán tomar las medidas necesarias para mejorar determinadas áreas.
Otros modelos de medición se centran en aspectos tales como:
Indicadores de negocio: son aquellos que demuestran que innovar es rentable para la empresa ya que tienen un impacto positivo en la cuenta de resultados. En esta categoría entrarían, por ejemplo, los ingresos por nuevos productos, el ahorro en costes y la financiación externa obtenida.
Indicadores relacionados con la actividad: que están relacionados con lo que se está haciendo, como por ejemplo, el número de proyectos de innovación que se llevan a cabo, ratio de productos innovadores lanzados con éxito y el número de ideas y proyectos recibidos y el porcentaje de conversión o materialización.
Por último, se encuentran los indicadores relacionados con la cultura, que te permitirán anticipar los resultados del sistema a futuro.
Con estos consejos que te hemos facilitado puedes implantar el mejor sistema de medición que se adapte a tu empresa y comenzar a medir el grado de implantación de la innovación para tomar las medidas correctoras oportunas.