En este blog hemos hablado varias veces de la conciliacion bancaria: ejemplo práctico, cómo hacer que sea más eficiente, pasos a seguir, etc. ¿Pero qué hay de las “malas prácticas”? Hoy te damos tres ejemplos de conciliación bancaria que es mejor no seguir. ¡Descúbrelos!
Como seguramente ya sabes, la conciliación bancaria es un proceso que sirve para verificar el correcto estado de las cuentas contables, que sean claras y transparentes, a través de la confrontación de los valores y movimientos de las cuentas bancarias con los apuntes de los registros de contabilidad.
Conciliación irregular
Un primer ejemplo de cómo no se debe hacer este proceso es de forma irregular. Es decir, no hacerlo de forma periódica y sistemática, ya sea quincenal, mensual, etc. Con la conciliación bancaria buscamos desajustes y errores, para después poder arreglarlos y estar seguros de llevar una contabilidad correcta. Si no hacemos un seguimiento regular, resulta más probable que se nos pase por alto algún apunte o algún movimiento bancario que tendríamos que haber conciliado. Y en caso de encontrar un error, si ha pasado demasiado tiempo puede resultar mucho más difícil, incluso a veces imposible, solventarlo de forma satisfactoria.
Conciliación porque sí
Un segundo ejemplo de conciliación bancaria que es mejor no seguir es la que se hace porque toca, sin ir más allá. Con la conciliación detectamos errores y desajustes, pero el proceso no tiene que terminar aquí. Se tiene que realizar una labor posterior de estudio de estos casos, para ver de dónde viene el problema, cómo se puede solucionar, si hay algo que se pueda hacer para que no vuelva a ocurrir, etc.
Conciliación manual
Algunos pensaréis que es un mal ejemplo de conciliación bancaria a no realizar puesto que es una práctica todavía muy extendida. Pero lo cierto es que con las tecnologías disponibles para las empresas, hacer este proceso de forma manual es innecesario: existen herramientas, como por ejemplo Captio, que pueden automatizar este proceso. Así no se tiene que dedicar tiempo y recursos a una tarea que es perfectamente automatizable.