Al viajar al extranjero, los business travellers se enfrentan a una de las peores pesadillas: mantener reuniones de trabajo en inglés de una forma fluida. En el siguiente artículo, te mostramos varias técnicas para aumentar la efectividad de tus meetings en el idioma de Shakespeare.
Hay varios motivos por los que las reuniones en inglés pueden provocar estrés e incomodidad, especialmente si hay que tomar decisiones empresariales. Por un lado, una de las situaciones más complicadas a la hora de aprender cualquier idioma es participar en una conversación en la que varias personas interactúan al mismo tiempo. Nuestro cerebro tiene que procesar la información que recibe, pensar en la respuesta y volverla a traducir.
Por otro lado, es habitual sufrir lo que se llama el bloqueo mental. En la conversación aparece una palabra que no entendemos y nuestra mente se “atasca” intentado procesar su significado.
Finalmente surge el problema de los acentos. Inglaterra, Escocia, Estados Unidos, Australia… Cada país y región tiene su forma de entonación y de pronunciar las palabras. Para hacerlo aún más complicado, lo más probable es que tengamos que hablar con una persona cuyo primer idioma tampoco es el inglés. Sin embargo, si sigues los siguientes consejos verás como poco a poco obtienes el máximo rendimiento a tus reuniones de trabajo en inglés:
-
En primer lugar, es fundamental entender el tipo de reunión a la que asistirás y sus objetivos. Así tendrás claro el tono del lenguaje y cuál es la información que quieres obtener del encuentro.
-
Antes de la reunión, escucha audios de conversaciones. Si buscas en LinkedIn quiénes serán los asistentes, podrás deducir su origen y buscar personas con acentos similares. Youtube puede ser una herramienta muy útil.
-
En la medida de lo posible, asiste a otras reuniones como oyente para familiarizarte con la situación y el tipo de lenguaje utilizado.
-
Estudia el lenguaje específico de tu sector y el slang.
Haz un listado de las situaciones que se puedan dar en la reunión y que te producen estrés y piensa en las soluciones.
-
En la misma línea, prepara un documento de preguntas y respuestas para no dejar nada al azar.
-
Si te enfrentas a tus primeras reuniones en inglés, prepara tu discurso y memorízalo.
-
Practica las situaciones delante de otra persona o si esto fuera imposible, practica frente al espejo.
-
Anota los puntos que no hayas entendido durante la reunión y haz un seguimiento al fin de la misma.
-
Recuerda que para superar los miedos y aprender a gestionar el estrés, no hay mejor forma que practicar, practicar y practicar.
