Los viajes de incentivos son una apuesta recurrente para motivar a los trabajadores de una empresa. A continuación, te revelamos algunos de los ingredientes que no pueden faltar en un viaje de dichas características para que sea más que un premio; para que sea una aventura en equipo.
Una de las metas más ansiadas hoy en el seno de la empresa es tener al equipo motivado. De hecho, muchas veces la insatisfacción laboral asociada a la no felicidad en el lugar de trabajo puede ser el detonante de la fuga de talento. Así que uno de los objetivos de los equipos directivos y, muy especialmente, de Recursos Humanos, es encontrar esa pieza del puzzle que haga que el bienestar del trabajador en la empresa sea óptimo. Aunque la felicidad del trabajador es difícil de medir, sí que es cierto que sentirse valorado, bien pagado y que se tenga en cuenta la conciliación de la vida familiar y laboral ayuda ayuda.
Uno de los clásicos de la motivación es el viaje de incentivos. Un viaje que no solo se convierte en un premio sino que es una oportunidad para hacer equipo, más conocido hoy como team building. Pero, ¿qué ingredientes debe tener un viaje de incentivos para conseguir el éxito?
- Originalidad. Uno de los puntos fuertes de un viaje de incentivos debe ser su atractivo. Aunque parece obvio, hay que tener en cuenta que el objetivo principal es la motivación del equipo. Por tanto, una propuesta original va a conectar directamente con la parte más emocional y creativa de sus sentidos. Si nuestro objetivo es despertar el interés no podemos hacerlo a través de una propuesta común, debe ser extraordinaria.
- Timing. Aunque es importante que el viaje sea atractivo también debe tener un timing claro. Es decir, es muy importante saber cuándo realizarlo y cuantos días debe durar. Además, cada actividad y descanso debe ser previsto aproximadamente. Un viaje de incentivos debe ser distendido pero con un rumbo claro.
- Team building. Una de los principales objetivos de un viaje de incentivos es premiar a los trabajadores pero también hacer equipo. Es decir, construir una relación más allá de compañeros de oficina. Salir de la zona de confort y conocer los puntos débiles y fuertes de los compañeros refuerza las bases del equipo. Por este motivo, una de las tendencias en los viajes de incentivos es apostar por actividades de aventura. Una manera fácil de descubrir aptitudes insospechadas de los miembros del equipo y de uno mismo.
Seguramente, la lista de factores para un viaje de incentivos de éxito puede ser interminable. Nosotros hemos escogido estos tres pero nos gustaría saber cuáles son tus factores imprescindibles. ¿Nos ayudas?