¿Estás cansado de llevar a cuestas o arrastrando la maleta cada vez que te vas de viaje de negocios? La compañía NUA Robotics de desarrollado la solución perfecta para tu problema: una maleta que sigue tu camino de forma autónoma por donde quiera que vayas.
¿Eres de esas personas que la mayor parte de su trabajo consiste en viajar? ¿Estás cansado de arrastrar la maleta arriba y abajo? Ha llegado el remedio perfecto que solucionará el mal trago de llevar la maleta a cuestas o arrastrándola: la maleta que te sigue sola por donde quiera que vayas.
El invento ha sido presentado en el CES de las Vegas de este 2016 y se trata de un prototipo que esperan ir mejorando conforme continúe su desarrollo hasta que aterrice en el mercado, si todo sale como lo tienen pensado esta cómoda maleta saldrá en 2017.
¿Y cómo funciona este invento? El prototipo combina una cámara para una visión computerizada con unos sensores que le permiten circular en una superficie plana mientras va evitando los diferentes obstáculos -ya sean objetos o personas, incluso, en movimiento- que se va encontrando en su recorrido. El sistema de navegación que lleva incorporado le permite seguir a su propietario.
El usuario de este dispositivo se comunica a través de una señal de bluetooth que se conecta con una aplicación para smartphone. De esta manera, el amo puede saber en todo momento dónde se encuentra su maleta, de cuánta autonomía dispone -funciona por batería recargable- , tener controlado el peso de lo que se guarda en su interior e incluso ver lo mismo que recoge el software a través de la cámara.
A parte, la maleta lleva un sistema de alarma antirrobo integrado. De esta manera, el pasajero podrá cargar en ella diferentes aparatos electrónicos -pues actúa, también, como un cargador portátil-.
“Todo tipo de objetos pueden ser inteligentes y robóticos. Queremos traer robots al día a día de las personas”, ha explicado el CEO de NUA Robotics, Alex Libman.
Desde la compañía también afirman que esta misma tecnología se podría aplicar a otros objetos que no sean maletas, como, por ejemplo, a los carros de la compra de los supermercados o a aquellas personas con discapacidad que necesiten de una autonomía para valerse de ellos mismos.