Desde que la crisis golpeara España en 2008, se ha publicado mucho sobre la mala gestión y el derroche de los recursos públicos durante la era de bonanza económica, así como de la sobrecapacidad de las infraestructuras españolas. Con motivo de la salida a bolsa de AENA, el organismo de capital público y privado tuvo que publicar desglosados los resultados económicos de cada aeropuerto.
Atendiendo a los resultados antes de impuestos, y a falta de datos más recientes, el aeropuerto más rentable de España es, con gran diferencia, el de Barcelona-El Prat, con un beneficio superior a los 339 millones de euros. Le siguen de lejos los aeropuertos de Palma de Mallorca (más de 156 millones de euros de beneficio), Tenerife Sur (73 millones), Gran Canaria (70 millones), Alicante-Elche (50 millones), Lanzarote (cerca de los 36 millones), Ibiza (32 millones), Adolfo Suárez-Madrid Barajas (27 millones), Fuerteventura (20 millones), Málaga (18 millones), Sevilla (16 millones), Bilbao (14 millones), Valencia (9 millones) y Girona (rozando el millón de euros).
Existe cierta controversia a la hora de llegar a un acuerdo sobre qué datos tomar para el análisis del beneficio de un aeropuerto, ya que si tomamos el Beneficio Bruto de Explotación (que no tiene en cuenta las amortizaciones), el aeropuerto de Madrid sería el que más beneficios obtendría. Sin embargo, el aeropuerto madrileño se encuentra fuertemente endeudado por las obras de ampliación de la T4 y esto coloca a El Prat en primera posición.
¿Sobran aeropuertos en España?
Por otro lado, la Unión Europea encargó un estudio a un grupo de auditores sobre la situación de los “elefantes blancos”, es decir, obras públicas de utilidad cuestionable y que acaban sobreviviendo a cuenta de subvenciones públicas. Este grupo de auditores estableció en 100.000 el número de pasajeros anuales necesarios en un aeropuerto para hacer que la infraestructura sea sostenible por sí sola. Siguiendo esos criterios el futuro de los aeródromos de León, La Gomera, Salamanca, Badajoz, Logroño, Vitoria, Burgos, Córdoba, Sabadell, Son Bonet, Madrid Cuatro Vientos, Albacete, Ceuta, Huesca y Algeciras podría estar en peligro.
Sin embargo, la necesidad de establecer un aeropuerto (u otra infraestructura) no se rige únicamente con parámetros económicos ya que a veces se deben a criterios políticos o a una demanda social y de seguridad. Por ejemplo, si el aeropuerto de La Gomera es el único de la isla, parece lógico pensar que se hace necesaria la existencia de algún tipo de infraestructura que permita a los residentes ser evacuados en caso de necesidad. Otro caso llamativo es el del aeropuerto de Vitoria, que a pesar de ser uno de los de menor tráfico de pasajeros anual (apenas 11.000 pasajeros en 2015), es el 4º mayor aeródromo en cuanto a volumen de mercancías (más de 46 millones de toneladas con un incremento del 10% con respecto al ejercicio anterior).