El éxito de Google, Zappos o Cyberclick Group, entre otras muchas compañías, se debe, en gran parte, a la creación de una sólida cultura de empresa que permite a los miembros de la organización trabajar codo con codo por los objetivos de la compañía. Pero ¿cómo debe el director de Recursos Humanos construir una adecuada cultura organizacional y sobre qué elementos debe erigirla?
La cultura de empresa y su impacto en la organización
Cuando hablamos de cultura de empresa nos referimos al conjunto de ideas y valores que va a regir el funcionamiento de la corporación. Es el ADN de la compañía o, en palabras de Stephen P. Robbins, autor de Comportamiento Organizacional, “es la que designa un sistema de significado común entre los miembros que distingue a una organización de otra”.
Como señala Edgar Schein, considerado como el creador del concepto, “la cultura es la base de presunciones básicas y creencias que comparten los miembros de una empresa, las cuales trabajan inconscientemente y definen la visión que la empresa tiene de sí misma y de su entorno”.
Su papel en la organización, como han demostrado numerosas investigaciones, es crucial, convirtiéndose en una palanca para el éxito. De hecho, el 84% de los participantes en el estudio Culture and Change, de Katzenbach Center, afirma que la cultura es fundamental para el éxito de un negocio.
Por su parte, James L. Heskett, autor de Cultura de empresa y rentabilidad, sostiene que una buena cultura de empresa puede generar un rendimiento corporativo de entre un 20 y un 30% superior a otras organizaciones con poco desarrollo cultural.
Asimismo, los empleados también demandan una mayor apuesta por la cultura empresarial, siendo calificada por el 95% de los trabajadores como un elemento más importante que la propia compensación económica, según Deloitte, además de reducir la rotación de personal, atraer el talento y catapultar los índices de motivación y productividad de sus empleados.
Como señala Tony Hsieh, CEO de Zappos, “si construimos una cultura adecuada, el resto -un gran servicio al cliente o una duradera marca y negocio- será una consecuencia natural”. Y este objetivo tiene mucho que ver el trabajo del director de Recursos Humanos.
Pautas para el director de Recursos Humanos
¿Cómo puede el director de Recursos Humanos construir una cultura de empresa óptima? La clave está en “dotar al trabajo de un amplio sentido y favorecer el crecimiento y la evolución tanto a nivel individual como organizacional”, según explican Raj Sisodia y John Mackey en su obra Conscious Capitalism.
En este sentido, los impulsores del llamado Capitalismo Consciente establecen 7 características que todo director de Recursos Humanos debe aplicar a la cultura de empresa:
- Confianza. Las culturas de empresa de éxito demuestran unos altos niveles de confianza tanto a nivel vertical como horizontal. Así, por ejemplo, si un empleado informa al director de Recursos Humanos del kilometraje que ha hecho durante un viaje de empresa, el directivo confiará en la veracidad de los datos.
- Responsabilidad. Los trabajadores de las compañías con grandes culturas organizacionales disponen del apoyo y el respeto de la empresa para poder desarrollar sus funciones de forma autónoma, mientras que la organización también se hace responsable de cumplir sus promesas.
- Cuidado. La cultura del cuidado es otra de las características que deben primar en las empresas, donde los directivos en general, y el director de Recursos Humanos, en particular, deben velar y proteger al capital humano, como desarrollando políticas de seguridad en los viajes de empresa, por ejemplo.
- Transparencia. En las culturas de empresa de éxito no hay secretos y cualquier miembro de la organización puede acceder a la inmensa mayoría de la información corporativa, desde el libro de cuentas o los resultados de una auditoría contable hasta los gastos de viaje o los salarios de la plantilla.
- Integridad. No basta con enviar el mensaje; el director de Recursos Humanos debe demostrar en cada acto y decisión que los valores que defiende a nivel teórico tienen su aplicación práctica independientemente de las circunstancias.
- Dado el compromiso y respeto mutuo de todos los grupos de interés, las empresas con culturas organizacionales sólidas muestran una alta lealtad de todos los stakeholders, contando con la fidelidad y comprensión de clientes, trabajadores, proveedores o inversores y respondiendo en el mismo sentido a estos.
- Para conseguir este clima de confianza es necesario que la cultura de empresa se sustente en una equidad real entre todos los intervinientes. Así, el director de Recursos Humanos, por ejemplo, debe definir y delimitar en base a criterios objetivos quién tendrá que viajar por trabajo y quién no para evitar enfrentamientos internos.
Con la colaboración de:
Capitalismo Consciente