La contabilidad de costes es una herramienta muy útil para la gestión de la empresa, y puede tener una incidencia muy importante en el proceso de toma de decisiones estratégicas. ¿En qué se diferencia la contabilidad de costes de la contabilidad financiera? Descubre las 4 principales diferencias.
Objetivo
La contabilidad de costes construye una herramienta de gestión para el proceso de toma de decisiones. En cambio, la contabilidad financiera tiene el objetivo de suministrar información a personas o entidades ajenos a la sociedad sobre la situación de ésta.
Usuarios
En tratarse de una herramienta de gestión, la contabilidad de costes está dirigida a un uso interno, es decir el empresario, los directivos de la compañía, etc. En resumen, la personas que tengan poder de decisión, para que puedan apoyarse en datos e información completos sobre su sociedad. En cuanto a la contabilidad financiera, ya hemos dicho que está dirigida a terceros ajenos a la entidad. Es decir, la Administración Pública, inversores, acreedores, entidades rectoras de mercados, etc.
Regulación
Cualquiera con unas mínimas nociones sabe que la contabilidad financiera se rige por el Plan General Contable. Es importante que se ciña a éste de forma escrupulosa, para una contabilidad clara y transparente, sobre todo teniendo en cuenta que su uso es externo, por lo que tiene que estar estandarizada. En cambio, la contabilidad de costes no tiene regulación ni se rige por ninguna normativa en particular, ya que es de uso interno y no es obligatoria para la empresa.
Principio rector
Debido a los puntos comentados anteriormente, el principio que rige la contabilidad financiera es el de imagen fiel: tiene que reflejar de forma fidedigna las cuentas de la empresa. Pero no es el caso de la contabilidad de costes, que se rige por el principio de utilidad: tiene que servir para el proceso de toma de decisiones.