Ningún empresario es ajeno a la importancia que tiene la productividad laboral para alcanzar los resultados esperados. Una elevada productividad permite, bien reducir los recursos necesarios para el desarrollo de la actividad, o bien mantener el consumo de recursos aumentando la capacidad productiva de la compañía.
Dadas las ventajas competitivas que pueden generarse gracias a una adecuada productividad laboral, no es raro que cada vez más se planteen medidas en el seno de las empresas que permitan aumentar la productividad de los empleados. Así, cuando se habla de mejorar la productividad de la plantilla, tradicionalmente se han desarrollado trabajos en las siguientes líneas:
-
Mejoras de la capacitación del personal
-
Mejoras en los procedimientos de trabajo
-
Diseño de sistemas organizativos más eficientes
-
Uso de nuevas tecnologías
No cabe ninguna duda de que todas las líneas de actuación anteriores son importantes y bien ejecutadas producen un impacto positivo en las organizaciones.
No obstante, desde hace un tiempo, se está empezando a trabajar en otros ámbitos que han demostrado que están íntimamente relacionados con los niveles de productividad que una persona puede alcanzar.
Así, estamos hablando por ejemplo de la implementación de medidas encaminadas a la creación de hábitos saludables en los empleados desde cualquier punto de vista: alimentación saludable, actividad física, gestión del estrés, etc.
En España, este tipo de acciones no son muy frecuentes. Incluso la mayoría de empresas que apuestan por la vida saludable de sus empleados, lo hacen con acciones aisladas que nada tienen que ver con el diseño de una verdadera estrategia transversal de empresa saludable, entendiendo como empresa saludable aquella que integra en sus objetivos corporativos ayudar a los empleados a mantener una buena salud física y mental.
Por el contrario, en países como Estados Unidos, muchas de las medianas y grandes empresas cuentan con una dilatada experiencia en la implantación de iniciativas saludables entre los trabajadores.
¿Qué acciones saludables se pueden poner en marcha?
- Planes de promoción del bienestar emocional.
- Formación en hábitos saludables de alimentación.
- Acciones para el fomento de la actividad física.
- Jornadas de conciliación.
Ventajas de las empresas saludables
-
Mejora de forma considerable la motivación de las personas, y por tanto, su rendimiento en el trabajo.
-
Hay estudios realizados por la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) que concluyen que cada euro invertido en la salud de los empleados tiene un retorno de 2,5 € a 4,8 € solo como
consecuencia de la reducción del absentismo.
-
Igualmente, estos estudios indican que cada euro que se invierte en salud tiene un retorno de entre 2,3 € y 5,9 € en coste de enfermedad.
-
Fortalece la reputación corporativa, lo que favorece de forma paralela la mejora en la retención y captación del talento.
-
Se reducen de forma notable los costes asociados al presentismo, es decir, acudir al trabajo enfermo o no rendir cuando se va sano.
-
Reducción de los niveles estrés.
-
Otras muchas ventajas.
