A finales del mes de junio el Reino Unido votó salir de la Unión Europa, fenómeno conocido con el nombre de “Brexit”. La incertidumbre generada por este proceso podría tener efectos en el sector Fintech a escala mundial, así como en España en particular. Descubre más en este artículo.
El sector Fintech es uno de los más prósperos del Reino Unido, que atrae inversores y empresas de todo el mundo, hasta el punto de convertir a Londres en la capital europea del Fintech. Y es que las empresas tecnológicas financieras establecidas en este país se benefician de dos grandes ventajas: por una parte, una regulación favorable y avanzada, y por otra, un pasaporte europeo que les facilita la posibilidad de operar en la Unión Europea. Al menos hasta ahora. El Brexit ha supuesto un revés para esta industria, que podría empezar a notar los primeros cambios a corto plazo.
Tal como ha declarado recientemente Antonio Herráiz Molina, el director del Programa de Innovación y Tecnología Financiera del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), "la mayor parte del negocio fintech en Europa está en Londres y el primer paso que dan muchas start up es ir a la City y tratar de abrirse un hueco en el mercado anglosajón. Con el Brexit, estas empresas van a tener que cambiar de estrategia y buscar alternativas de localización y financiación".
Así, la incertidumbre acerca del futuro de Reino Unido y de su relación con el resto de Europa hace que muchas empresas Fintech estén empezando a valorar dejar Londres para buscar nuevas sedes en otros países europeos. Esta es una oportunidad para ciudades continentales como París, Berlín o Madrid. De hecho, la capital española podría aprovechar la situación para atraer startups financieras y crear una fuerte industria Fintech en España.
Según Pablo Gasalla, CEO de Jot Internet Media y vicepresidente de la Asociación de Fintech e Insurtech, se trata de una oportunidad única: "Noticias como el Brexit deberían hacer reflexionar a los políticos y gobernantes de nuestro país sobre la gran oportunidad que tenemos de convertirnos en un centro de referencia fintech. Si tomamos esto como una oportunidad de ocupar ese lugar, para lo cual se necesita coraje, ambición, visión y estatura, serían muy buenas noticias para España y su industria financiera. Eso sí, hay que ser rápidos, porque seguramente el beneficiado será Estados Unidos, que atraerá todavía más al talento y capital interesado en fintech, por las incertidumbres que se han creado en el seno de la Unión Europea".
