Un estudio realizado por la fundación GBTA y Accord Hotels desvela que el 17 % de las compañías incluye la opción de alquilar pisos turísticos en sus viajes de negocios. Sin embargo, el número de business travelers que cree que su empresa ofrece este tipo de alojamiento asciende al 37 %.
El informe “Home Sharing y política de viajes: un panorama cambiante” señala que muchas compañías están revisando sus políticas de viajes corporativos para decidir si incluyen o no los alquileres a particulares. Este análisis del sector también destaca un dato curioso: el 52 % de los viajeros de negocios de empresas que han eliminado este tipo de alojamiento en sus viajes corporativos, ha tenido en cuenta el alquiler turístico como opción al planificar su viaje y un 13 % lo está considerando en estos momentos.
Otro dato interesante es que el 87 % de los travel managers afirma que su principal preocupación a la hora de reservar pisos a particulares es la seguridad de los viajeros, mientras que un 61 % demuestra inquietud acerca de la gestión de los imprevistos derivados de las condiciones de la propiedad. En el ranking de preocupaciones también figuran las políticas financieras, la facilidad y estabilidad a la hora de realizar las reservas y las cancelaciones en el último momento.
Según Kate Vasiloff, responsable del estudio de GBTA, los travel managers deberían encontrar un punto de equilibrio entre la seguridad de los viajeros y la rentabilidad a la hora de elegir proveedores de servicios. Vasiloff ha señalado que la inclusión de alquileres de pisos a particulares en los programas de viajes corporativos no tiene por qué ser la opción ideal para todas y cada una de las empresas. "Este tipo de decisiones ha de tomarse con toda la información".
En España, las plataformas Wimdu, HomeAway y Airbnb viven un auténtico boom frente al estancamiento de la oferta de habitaciones en hoteles, campings y casas rurales. De hecho, los pisos turísticos suponen ya un tercio de la oferta de alojamiento y el número de plazas en viviendas turísticas se ha disparado un 75 % en el último año.