Una de las características del sector Fintech en España y en el mundo es que está plagado de startups que ofrecen servicios y productos de todo tipo. Esto supone una gran novedad respecto al panorama tradicional, donde imperaban las grandes corporaciones “clásicas” y la penetración de nuevas propuestas en el mercado era sumamente complicada.
Como en cualquier mercado, la aparición de nuevos competidores en el sector Fintech, es decir de startups con propuestas muy interesantes, se puede considerar muy positiva. Esto abre nuevas posibilidades en el mercado y estimula la competencia. Por un lado significa un beneficio para los consumidores de Fintech, pero además obliga a las grandes empresas tradicionales a reaccionar para no perder su posición.
Una de las ventajas de las startups es su flexibilidad y rapidez de reacción. Tal como señala Joaquim Ruiz Soler, jefe de administración del Grupo godó de Comunicación, en una entrevista realizada por Captio, “este tipo de empresas pueden abarcar todo tipo de procesos relacionados con las finanzas, cosa que es más complicado para las grandes empresas. Por lo general son productos muy buenos, que pueden competir en calidad contra los de las grandes corporaciones, pero con el valor añadido de que normalmente las startups son capaces de amoldarse mejor a las necesidades de los clientes, de ofrecer soluciones más a medida de cada unos. Se desarrollan mejor, de forma más flexible que las soluciones de las grandes corporaciones”.
Ruiz añade: “Además, esto también permite más flexibilidad para el cliente, que puede decidir si adopta herramientas Fintech para todo el proceso o solamente para alguna de sus partes, en función de sus necesidades y cultura empresarial. Por ejemplo, en la digitalización de tiques y facturas, hay soluciones que permiten digitalizar todo el flujo de gestión desde la misma recepción del documento, incluidos los workflows de aprobación, etc. Y otras soluciones permiten simplemente digitalizar las facturas ya pagadas para su archivo”.
No obstante, estas pequeñas empresas tienen un duro camino por recorrer para abrirse un hueco real en el mercado, sobre todo cuando hablamos de grandes empresas como consumidores. José Carlos Cuevas, tesorero europeo de Alstom, señala: “Las grandes empresas no hacen “experimentos” cuando se trata de la base tecnológica. Por muy creativas, activas o ventajosas que sean las soluciones Fintech de pequeñas startups, se suele apostar por las empresas más conocidas o soluciones que ya hayan sido probadas. No se trata de capacitación tecnológica sino de confianza”.