Los proyectos internacionales y consecuentemente los procesos de internacionalización, son moneda de cambio común no solo de las grandes compañías multinacionales, sino también en un buen número de medianas empresas. Este contexto actual caracterizado por una mayor necesidad de expatriaciones está asentando una serie de características y tendencias que vamos a tratar de enumerar y definir a continuación.
Tendencias en los procesos de expatriación
En un contexto marcado por el crecimiento de la internacionalización de las empresas en todas sus áreas: apertura de mercados, expansión de los focos de distribución, puesta en marcha de filiales, internacionalización de los centros de producción etc. las expatriaciones de empleados y directivos tienden a multiplicarse espectacularmente. Esta nueva situación lleva aparejada las siguientes tendencias:
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Aumento de las necesidades de expatriación. Se necesitarán más profesionales con una vocación y perfil idóneo para desarrollar su carrera profesional en otros países, así como una gran calidad de trabajo y rentabilidad desde el minuto uno del proyecto.
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Cambio del perfil del expatriado. El cual pasa de ser un profesional experimentado motivado principalmente por la promoción laboral y las ventajas económicas que le supone una expatriación a un perfil joven, mucho menos recompensando, que ve en la expatriación una salida a las difícil situación laboral de España y otros países.
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Máximo rendimiento y rentabilidad en las expatriaciones. Las empresas no pueden permitirse errores, ni pérdidas de tiempo y dinero, por lo que cada vez exigirán mejores resultados desde el primer momento, tratando de evitar al máximo las renuncias, o los largos periodos de adaptación con bajo rendimiento de sus empleados y directivos.
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Auge del cross cultural. Como consecuencia directa de esta imperiosa necesidad de éxito, rápido y concluyente, en las expatriaciones las empresas no tendrán otro remedio que otorgar más importancia a la formación cultural y la gestión de equipos multiculturales. En definitiva, se prestará mayor atención al cross cultural.
Conclusiones finales y puntualizaciones
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En ocasiones, el simple hecho de no valorar adecuadamente las diferencias culturales ha convertido en inviables procesos de internacionalización de grandes compañías e, incluso, fusiones de alto nivel.
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Aunque siempre hay un cierto nivel de shock cultural, normalmente cuando mayor necesidad tiene un profesional de trabajar en otro país (por falta de oportunidades en el suyo por ejemplo) más fácil es la aclimatación.
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La necesidad de las empresas de asegurarse el éxito está propiciando la aparición de un perfil específico de manager internacional. Se trata de un profesional al que se envía 7 u 8 años a un país extranjero para poner en marcha un determinado proceso internacional y, luego se le traslada a otra zona del globo.
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También existe la necesidad, en algunas empresas, de gestión de grupos interculturales de manera virtual, mediante el uso de tecnologías como la videoconferencia, comunicación por Skype, etc.
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Internet y la globalización está provocando que muchos cambios justos y necesarios, como la igualdad de género, se estén acelerando. No obstante, en estos temas hay que ser pacientes, sin intentar imponer por la fuerza nuestra propia escala de valores, puesto que se tratan de tradiciones y costumbres que, en ocasiones, tienen cientos y hasta miles de años.
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Executive Coach, Team Coach y Consultor en Planificación Estratégica, Liderazgo y Desarrollo de Aplicaciones. Socio fundador de Humaniza