Según datos hechos públicos por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), el tráfico aéreo en primera clase, conocido también como segmento «premium», experimentó un crecimiento cercano al 4% respecto al año pasado, motivado principalmente por una mayor demanda de los viajes de negocio.
Considerando cifras a nivel mundial, el aumento de la demanda de primera clase fue, en el primer trimestre del 2014, de exactamente un 3,9% con respecto al mismo período del año anterior, el 2013. Este crecimiento, sumado a un repunte que también se ha producido en la clase turista, ha permitido aumentar los ingresos de las compañías en un 29%.
Los viajes de negocio, principales responsables el aumento
El aumento de la demanda de la clase premium se debe principalmente a un creciente interés de los viajeros de negocio por viajar más y con mayor comodidad y calidad.
La mayoría de viajeros de negocio que optan por hacerlo en primera clase proceden de EEUU, Canadá y los países emergentes de Asia, con China a la cabeza.
El interés por viajar en primera clase es mucho mayor en los trayectos de larga distancia, especialmente transoceánicos, mientras que los viajes cortos apenas representan un 10% del total.
No obstante, pese al aumento de la demanda de los billetes más caros y del tráfico internacional, las compañías aéreas apenas han experimentado un aumento del 0.7% en número de pasajeros.
Según la IATA, los motivos por los que no se está produciendo un crecimiento mayor del número de pasajeros, y por tanto de los beneficios, de las compañías aéreas hay que buscarlo en los problemas económicos y la inestabilidad política de muchos países y regiones del mundo.
La crisis de algunos países latinoamericanos, como Argentina o Venezuela, o lo síntomas de debilidad que están mostrando últimamente algunas economías emergentes como la brasileña, suponen un serio lastre para el repunte definitivo de las compañías aéreas. Además, la inestabilidad política de Rusia y del norte de África también está afectando negativamente.
Como nota positiva, nos encontramos con el buen ritmo de crecimiento de muchas de las economías subsaharianas.
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