El término fintech está cada vez más extendido en el sector financiero, en España y en todo el mundo. Y es que el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a las finanzas está en pleno auge. ¿Simple moda o auténtica revolución de la estrategia financiera de las empresas? Te lo desvelamos en este artículo.
Hay tendencias que tienen un fuerte crecimiento durante un periodo de tiempo más o menos corto, para luego sufrir una caída todavía más rápida. Se trata de modas, fenómenos pasajeros que incluso pueden dar lugar a burbujas. ¿Es el fintech una de estas tendencias?
Para responder a esta pregunta, hay que tener en cuenta que el fintech está suponiendo un auténtico cambio de paradigma en cuanto a la gestión de las finanzas, tanto de particulares como de empresas de todos los tamaños. Se trata, en cierta manera, que el sector financiero se adapte a un mundo cada vez más tecnológico, que evoluciona a un ritmo frenético. Además, se trata de un cambio que aporta beneficios reales y tangibles para las empresas, con resultados a corto plazo.
Por lo tanto, podemos decir que el fintech no es una simple moda, sino que va mucho más allá. Pero esto no significa que haya empresas que se sumen al carro simplemente por el efecto moda, sin aplicar cambios reales. Por ejemplo, de poco sirve invertir en una solución que digitaliza el proceso de gestión de gastos del principio hasta el final, si luego no se implementa, o se sigue utilizando el papel como base del proceso.
La utilización de nuevas tecnologías aplicadas a las finanzas tiene muchas ventajas, pero solamente si se aplican correctamente. Es decir, siguiendo una estrategia financiera o un plan estratégico, suponiendo un cambio en la forma de trabajar de las empresas, así como en la mentalidad. Dar el salto al fintech solamente porque sí, porque a otros les resulta, porque es lo más novedoso, etc., sin pensar en las necesidades reales de la empresa no puede tener un buen resultado.
