El fraude interno en la gestión de los gastos de empresa existe, y es un factor que conviene subsanar. A pesar de que se trata de un fenómeno minoritario (la mayor parte de implicados en el proceso lo realizan correctamente) comporta un gasto de recursos significativo y totalmente innecesario.
Como expertos en la gestión de los gastos de viajes tratamos con multitud de empresas que comparte con nosotros información sobre sus problemas y maneras de actuar en los procesos relacionados con la gestión de gastos.
Un tema que se trata de forma dispar en las empresas es el del fraude. Mientras que en algunas organizaciones es un tema tabú, en otras, las historias y trucos que los encargados de supervisar gastos han vivido a lo largo del tiempo conforman una serie de anécdotas que forman parte de la cultura de la empresa y que se narran de forma abierta.
El fraude puede deberse a varias causas y no todas ellas son responsabilidad del que lo comete. Políticas de gastos exageradamente complicadas, percibidas como injustas por los trabajadores o simplemente mal comunicadas son un factor. Otros son los errores humanos o descuidos. La otra cara de la moneda es el fraude consciente, donde deliberadamente se intenta sacar un dinero que no corresponde de la empresa que paga los gastos.
No hay que ser alarmista, el fraude es un fenómeno minoritario. La inmensa mayoría de los trabajadores se ciñen a las normas de la empresa cuando reportan sus gastos. Aún así, se trata de un fenómeno de existencia innegable y hay que combatirlo. Primero, porque es un punto de pérdidas inútiles en los procesos de gestión de gastos, segundo, porque dice poco de la persona que lo comete pero también de la empresa que lo permite.
Este es el primero de una serie de capítulos sobre historias que hemos ido recogiendo a lo largo del tiempo gracias a nuestro contacto con el mundo de la gestión de gastos en las empresas. En ellos, se pretende narrar desde varias perspectivas algunos casos de fraude interno que nos han sorprendido. Todas están basadas en información real pero, por supuesto, no reflejan ningún caso ni protagonista concretos. Para hacerlas más amenas, las hemos formulado en forma de breves historias. Esperamos que las disfrutes.
Nota: este post forma parte de una serie dedicada a historias de fraude en los gastos de empresa. No pretendemos dar una visión negativa: el fraude es un fenómeno minoritario, la inmensa mayoría de trabajadores son honrados con sus gastos de empresa. Sin embargo, el fraude existe y es una fuente de pérdidas para las empresas. Como tal hay que combatirlo.
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