La era digital aporta a las empresas no solo nuevas herramientas y las más sofisticadas tecnologías sino también una cantidad de información como nunca antes hemos procesado. El gran reto de las organizaciones consiste en utilizar esos datos para conocer al cliente no ya como parte de un segmento sino como individuo y tomar decisiones según sus gustos y necesidades. ¿Hacia dónde van las empresas en la gestión de esa información?
Las estrategias de comunicación de las compañías han abandonado la postura unidireccional para pasar a una relación bidireccional, obligando a desarrollar nuevos modelos de negocios. Y en esta comunicación en ambos sentidos el móvil juega un papel determinante. En efecto, el 70% del tráfico de internet llega por este dispositivo, lo que es una clara demostración del cambio en los hábitos de consumo, algo sobre lo que las empresas ya han tomado nota y empiezan a actuar en consecuencia.
Esta comunicación en ambas direcciones ha dado a la reputación un valor importantísimo a la hora de la toma de decisiones por parte de los clientes. Su cuidado, tanto a nivel profesional como personal, es un aspecto clave en esta era de la transformación digital que ha dado lugar a nuevos proyectos ante la desaparición de las barreras empresariales.
En la misma línea, la marca de una empresa es objeto de la conversación online de usuarios, clientes y consumidores. La influencia de las opiniones tanto positivas como negativas es cada vez mayor por lo que su detección por parte de las organizaciones es trascendental para el éxito del negocio. Deben cuidarse los mensajes que lanza la empresa a la vez que vigilarse el sentido de las opiniones de los usuarios.
El Big Data es otro de los grande invitados a este proceso de transformación digital y las empresas no dejan de hacer esfuerzos para contar con la mayor información posible. Sin embargo, es en el tratamiento de esos datos donde está la clave del éxito de un negocio por lo que los recursos humanos con aptitudes en este sentido son el nuevo objetivo de las organizaciones.
La inversión en innovación es otro de los aspectos en los que las empresas están poniendo énfasis para sacar provecho de la revolución digital. Es necesario que alcance a todos los departamentos de la compañía, aprovechando también las sinergias y aprendizajes que pueden lograrse gracias a acuerdos con nuevos emprendedores.
Por último, más allá de las herramientas y escaparates para dar a conocer las soluciones, el contenido sigue siendo el rey. Y a la hora de comunicar, el formato preferido por el mercado es el vídeo. Pequeñas cápsulas audiovisuales de información es lo que pide el cliente y hacía allí dirigen las empresas sus estrategias de marketing y comunicación.
En definitiva, hoy más que nunca es el cliente el que define cómo las empresas deben afrontar la transformación digital. Administrar y procesar los datos, comunicar de forma eficiente y diseñar soluciones personalizadas son las claves del éxito.