La acción de comunicar se puede definir como un proceso de transmisión de mensajes a través de canales que nos ayuda a explicar la importancia de la interacción con los demás en diferentes contextos, como puede ser el personal o el profesional. El canal de las redes sociales se encuentra en constante cambio y cambia a ritmo acelerado; por ello en este artículo encontrarás las claves para gestionar las redes de tu empresa de manera adecuada.
Cuando habíamos asimilado el teléfono como herramienta base, apareció Internet y las redes sociales, dándole un protagonismo tan amplio que ha generado nuevas formas de comportarse y relacionarse.
En esas relaciones se hace necesario un protocolo de actuación con el fin de conseguir crear un buen ambiente y que esos mensajes lleguen de manera correcta al receptor, cumpliendo con los objetivos empresariales. El desarrollo de ese protocolo y de esas pautas de actuación, se engloban en la materia denominada etiqueta, reglas y costumbres que nos permite desenvolvernos adecuadamente en diversos ambientes, tanto a través de la comunicación no verbal, como la verbal.
La unión de estas nuevas herramientas, junto con la etiqueta, da como resultado una nueva especialidad basada en el uso correcto de éstas a la hora de comunicar; La NETIQUETA.
Utilizar las redes sociales puede parecer fácil, pero si nos trasladamos al plano corporativo, puede convertirse en un arma de doble filo e incluso crear una situación de crisis comunicativa que afecte a los resultados económicos de la misma.
Equivocarse en la redacción, entrar en debates innecesarios o retuitear una opinión determinada, pueden conseguir el efecto contrario al esperado. Por ello, consideramos que es necesario hacer hincapié en estas 5 reglas basadas en la netiqueta y comunicación empresarial:
- Cuidado con las faltas de ortografía. En redes como Twitter, donde sólo se tienen 140 caracteres para interactuar, la abreviación de palabras es de uso común y el cometer alguna falta de ortografía se hace todavía más sencillo. Como empresa, deberemos tener sumo cuidado y optar por escribir correctamente el mensaje.
- Al otro lado de las pantallas o móviles, se encuentran otros personas y usuarios, y la frialdad y anonimato que esta comunicación supone, puede llevar a malinterpretaciones. Por ello, hay que tener presente el factor humano y la posibilidad de que un mismo mensaje en redes sociales se entienda de manera diferente, más si en esa comunidad hablamos con personas de otras culturas. En la misma línea, evite utilizar determinados vocablos en redes sociales, al igual que el insulto como recurso. En consecuencia, utilizaremos la sencillez para comunicarnos por estas vías, que ayudará a difundir de una manera más exacta aquello que queremos decir.
- Lo que se escribe en la red, se queda en la red. Borrar algún mensaje que haya podido resultar fuera de lugar se recomienda no hacerlo. Internet tiene memoria, por lo que será mejor pedir disculpas y reconocer el error que obviar.
- La inmediatez con la que nos comunicamos a día de hoy, hace que en ocasiones no respetemos los tiempos y queramos una respuesta lo antes posible, lo que se puede traducir en un conflicto con los propios trabajadores o con los otros públicos. Se recomienda establecer unos estándares de comunicación básicos.
- Cree contenido de calidad sobre lo que usted conoce y sabe y deje aquello que no para los otros expertos. Comparta la información que considere relevante, pero intentando dejar a un lado los rumores y “bulos” que el anonimato se encarga de viralizar. Si creamos algún “meme” o imagen, siempre bajo el respeto de la ley y de los usuarios que puedan verlo.
Cumplir con estas cinco reglas básicas, ayudará a generar un buen ambiente online en las redes en las que se encuentre nuestra empresa y a su vez, generará imagen y reputación a la hora de comunicarse con los diferentes públicos con los que interacciona en ellas.
Este post ha sido escrito por:
Diana Rubio
Consultora en Protocolo empresarial e internacional.