La innovación tecnológica y el ingreso al mundo del consumo de las nuevas generaciones han dado lugar a la explosión de la banca digital. Las denominadas fintech aportan a los usuarios soluciones a medida con mucha más agilidad y eficiencia que las entidades financieras tradicionales quienes deberán evolucionar para adaptarse a los cambios digitales para poder competir o aliarse con las fintech.
Numerosos estudios afirman que casi un 25 % de los clientes de banca tradicional podrían convertirse a las fintech en los próximos años. Las nuevas tecnologías han logrado que el consumidor bancario cambie sus costumbres, siendo cada vez más habitual abrir una cuenta corriente a través del móvil, pedir un préstamo bancario desde nuestro portátil o realizar pagos al extranjero utilizando una aplicación de nuestra tablet.
Dentro de esta revolución, la financiación de particulares y pequeños negocios es una de las áreas donde cada vez más empresas financieras tecnológicas centran su atención. El mundo Fintech es muy extenso, pero generalmente, aporta varios beneficios que suelen repetirse en todos los ámbitos como el ahorro, tanto a nivel económico como de gestión de tiempo.
Este aspecto permite la realización de unas gestiones más rápidas y automatizadas y una mejor gestión de los costes. Pero el principal factor que influye en la consolidación del sector es la posibilidad de analizar miles de datos de forma automática y aprobar al instante un crédito o una compra a plazos.
El modelo de negocio de las fintech se basa en el usuario y en la personalización de los servicios. El tratamiento de los datos permite a estas empresas tecnológicas optimizar las soluciones de la banca tradicional y brindarlas con mayor rapidez, más transparencia y un menor coste.
De esta forma, hoy en día es posible pedir un crédito sin la necesidad de recopilar cientos de papeles, esperar durante horas en la oficina bancaria e incluso, sin ni siquiera tener que movernos del sofá. Esto es así gracias a que los sistemas informáticos utilizados son capaces de evaluar la situación del usuario al instante y enviar una respuesta en cuestión de minutos.
Pero los expertos destacan que el cambio afectará también aspectos tan importantes como la transparencia, la facilidad para obtener financiación y la evaluación constante del usuario.
Las fintech en España destacan también por los métodos que utilizan para valorar el riesgo de impago, evidentemente uno de los factores más determinantes a la hora de brindar financiación. El análisis de datos no convencionales como por ejemplo aquellos que se obtienen de las redes sociales, permite a estas empresas tecnológicas diferenciarse de la competencia y estar un paso por delante.
El sector de la financiación privada para nuevas empresas o emprendimientos es otro de los que se ha visto beneficiado con la aparición de las fintech. En efecto, existen plataformas que ponen en contacto a inversores que buscan rentabilizar sus ahorros invirtiendo en pequeñas empresas o proyectos que requieren financiación.
Las ventajas de este modelo son muchas, destacando para las empresas el hecho de poder acceder al dinero que necesitan sin la participación de intermediarios y con total transparencia y seguridad. Respecto a los inversores, la mayor rentabilidad que estas oportunidades ofrecen.
En definitiva, la revolución que las fintech han supuesto tiene en la financiación de particulares y pequeñas empresas a uno de los ejemplos más destacados, ya que gracias a este nuevo modelo pueden financiarse de forma rápida, ágil, económica y totalmente personalizada.
