El incremento del precio cuando se vuelve a entrar en la web o el cobro por pagar con tarjeta son los abusos más comunes.
Facua – Consumidores en Acción ha elaborado una lista con los quince abusos que pueden sufrir los pasajeros al comprar un billete de avión, pues, según considera, la compra de un billete puede ser objeto de un “buen número de irregularidades”. La organización afirma que los usuarios deben reclamar ante estos abusos ya que tienen derecho a recuperar las cantidades cobradas ilegalmente o incluso íntegro el importe del billete, recibir una compensación económica o una indemnización por daños y perjuicios.
La enumeración la lideran los abusos denunciando la subida de precio del billete que se puede producir tras comparar diferentes ofertas y volver a la página de mejor precio y encontrarse con que el importe ha subido. Puede que durante ese tiempo la compañía vendiese varios billetes y haya decidido aplicar un incremento, aunque no podemos descartar que durante la primera visita, la web se quedase con la IP y al comprobar que el usuario sigue interesado, le muestra un precio más alto pensando que, por miedo a una nueva subida de precio, este compre inmediatamente. Por eso, se aconseja reiniciar el módem (si la conexión no tiene IP fija) o desactivar y volver a activar la conexión a datos móviles de smartphone.
En segundo lugar se encuentran las compañías que cobran un suplemento por pagar con tarjeta, algo que está prohibido por la ley y que, recordemos, es la única vía que puedes utilizar si realizas la compra online. También hay compañías que hacen contratar un seguro por miedo a viajar sin ninguno, cuando el precio del billete ya lleva incluido por ley el seguro obligatorio de viajeros u otras que cobran un añadido a la práctica de elegir asiento, que obligan a elegirlo.
En el puesto número seis de la lista se recuerda que no llevar el DNI no es motivo para prohibir el embarque. El Plan Nacional de Seguridad Aérea reconoce como documentación válida los documentos de identidad expedidos en cualquier país de la Unión Europea, el pasaporte, el carné de conducir español y el permiso de residencia en España o alguno de los estados firmantes del tratado Schengen. Otra denuncia es que no permitan subir a los niños a un avión con origen y destino en España porque no tienen el carné de identidad. La normativa decreta que “los pasajeros españoles menores de 14 años, en vuelos nacionales, están exentos de llevar documentación”, siendo en todo caso responsable de los mismos la persona con la que realizan el viaje”.
En la lista también se señala que la compañía debe indemnizar al pasajero con una compensación económica entre 250 y 600 euros cuando se produce ‘overbooking’ o se cancela un vuelo, al igual que si este se retrasa o llega al menos tres horas tarde. También tienes derecho a una compensación por daños y perjuicios si el retraso supone una pérdida económica o un daño moral que se puede acreditar. Y si la demora es de tantas horas que ha fallido el objetivo del vuelo, se puede exigir la devolución del importe del billete. Además, si el ‘overbooking’, retraso o cancelación provoca que el pasajero pierda una conexión con otro medio de transporte, la aerolínea es responsable de asumir los gastos y alojamiento mientras espera y pagarle el nuevo billete al pasajero.
Por último, el estudio subraya que si el problema radica en las maletas, la compañía tiene la obligación de pagar la reparación o una nueva maleta si esta aparece rota tras el vuelo. Y además, añade que cuando desaparecen, tienen que abonar los gastos de los objetos que el pasajero compra mientras espera su maleta, y en el caso que no vuelva a aparecer, darle una indemnización.
