Contar con una estructura definida de control de gastos es muy importante para lograr ventajas competitivas que permitan a las Pymes sobrevivir en un entorno cada vez más feroz. Pero la mayoría de pequeñas y medianas empresas cuentan con una serie de características que pueden resultar problemáticas para conseguir un control efectivo. Descubre qué características son y cómo puedes remediarlo.
Aunque cada empresa es un mundo, hay ciertas características que se encuentran en la mayoría de las Pymes:
- Están administradas por los propietarios, por lo que la toma de decisiones recae entre las manos de pocas personas, que a menudo no cuentan con una administración financiera adecuada
- Tienen pocos accionistas, y es frecuente que éstos sean familiares, o que exista algún vínculo entre ellos
- La estructura es horizontal, donde el administrador (propietario) mantiene un contacto cercano con los trabajadores. Aunque esto agiliza la toma de decisiones, puede ser problemático cuando se trata de decisiones de cierta complejidad, ya que la información recibida es limitada.
- A menudo resulta difícil hacer la separación entre los objetivos de la empresa y los objetivos del propietario
- Normalmente necesitan financiamiento, pero tienen contactos limitados en el mercado financiero y conocen pocas formas de financiación alternativas.
Para mejorar, las pymes no deben tener miedo a buscar consultorías a medida que van creciendo y se van desarrollando. La profesionalización de las diferentes áreas de la empresa es un cambio importante que aporta mucha calidad a las decisiones tomadas y asegura un mejor rumbo a la empresa. En el caso del control de gastos, recae en el área financiera, por lo que se puede optar por asesores externos, o bien profesionales a tiempo parcial, como por ejemplo un interim CFO. Tener las herramientas adecuadas también mejora mucho la gestión del control de gastos, y permite a la empresa automatizar procesos para mejorar su eficiencia.