Puede parecer una paradoja. Pero la realidad es que la crisis económica que llegó a España en 2008 ha provocado, en estos últimos años, que muchas empresas inviertan en mejorar el comercio exterior. A medida que el mercado nacional se ha ido quedando pequeño, la salida al exterior ha resultado una salvaguarda. Eso sí, sin dejar de mantener el foco en la contención de gastos.
Una de las claves ha sido encontrar la estrategia adecuada para no malgastar recursos a la hora de establecer los viajes de empresa. El 73% de las compañías habían cambiado ya en 2012 su política de empresa debido a la crisis. El 34% optó por la reducción de costes en general, el 22% se decantó por reducir el número de viajes y el 18% eligió las aerolíneas más económicas.
Pero los recortes en viajes de empresas pueden representar una caída de hasta el 12% en los beneficios solo el primer año. De ahí la importancia de optimizar los gastos de viaje con una automatización del proceso de gestión. Se estima que cada euro invertido en viajes al exterior por las empresas españolas puede reportar un beneficio medio de casi 120 euros. Por lo que cada millón de euros ganados en exportación costaría a la empresa solo unos 8.000 euros.
Según Esade, unas 25.000 empresas han iniciado la actividad exportadora desde que empezó la crisis, llegando a las más de 120.000 empresas españolas presentes en otros mercados. Incluso las micropymes se han unido a esta tendencia. Se estima que este movimiento pudo reducir el déficit de la balanza comercial hasta un 30% en 2012. Las exportaciones aumentaron más de un 4% en 2012. Nunca se había exportado tanto en nuestro país.
El estudio Hábitos y tendencias de los viajes de negocio en España 2013, elaborado por GEBTA y Vueling, refleja que la “socialización” de los viajes de negocio con la incorporación de los nuevos exportadores ha conllevado un incremento de las frecuencias de vuelo, situadas entre los tres y cinco viajes al año.
Una práctica que ha sido cada vez más habitual, y que ha contribuído en gran parte a incrementar la frecuencia de vuelo, son los viajes de ida y vuelta en el mismo día, por lo que se ha reducido la media de días de pernoctación. Una tendencia que se ha acentuado gracias al aumento de compañías de bajo coste.
Las aerolíneas low cost son las preferidas, sobre todo por las pymes, para realizar trayectos de medio y corto radio, con una tasa de elección del 31%. Para los desplazamientos de largo trayecto, la mayoría (28%) se decanta por las compañías tradicionales. Según datos de Gebta, el 51% del total del volumen de tiques representan viajes de empresa a destinos de largo radio, para buscar la expansión a nuevos mercados emergentes.
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Fuente: emprendedores.es
