Los viajes por aire han sido tradicionalmente un ámbito bastante controlado en los viajes de empresa y dónde se han establecido ya muchos mecanismos de mejora. Sin embargo, prestar permanentemente atención a los cambios en el entorno de los viajes, buscar la competencia y valorar alternativas es el camino para conseguir ahorros tangibles y aprovechar las últimas tendencias del mercado.
Una de las reglas básicas - también en las negociaciones con las líneas aéreas - es cuanto mayor volumen de negocio mayor descuento. La concentración de la demanda en un número limitado de proveedores es una práctica habitual y fundamental durante la negociación de acuerdos y descuentos con las aerolíneas. En este tipo de negociaciones es importante tener en cuenta las alianzas de las que a menudo son miembro las compañías aéreas. El acceso a descuentos por volumen puede ser asociado a volar con determinada alianza, no sólo una compañía aérea. Para asegurar que la mayoría de vuelos se realizan con la compañía con la que se haya llegado al acuerdo más beneficioso es conveniente formalizar este hecho en la política de viajes de empresa.
Un punto a reforzar en la contratación de los vuelos es la antelación con que se realiza. Los estudios revelan que realizando una buena previsión y contratándolos al menos con dos semanas de antelación se consiguen descuentos de hasta el 50%.
La antelación consigue descuentos de hasta el 50%
La flexibilidad de no tener que desplazarse a un aeropuerto, pasar controles de seguridad, y la comodidad que aporta un mayor espacio son puntos atractivos. Hablando de costes, las dos opciones se encuentran en una competencia muy reñida.
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