Tu negocio ha sido inspeccionado por Hacienda y, por el motivo que sea, recibes una multa. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué opciones existen? Descubre en este post las gestiones relacionadas con las multas de la AEAT a tu negocio.
¿Por qué?
Antes de hacer nada, es completamente imprescindible entender qué ha ocurrido. ¿Por qué ha sido multada la empresa? Es vital tenerlo claro por diversos motivos: saber si presentar alegaciones o no, saber cómo se ha llegado a esa situación, qué hacer para evitar que se vuelva a repetir… El por qué de la multa también definirá el tipo de sanción y la cuantía a pagar, tal como se detalla en la Ley General Tributaria.
Aceptar o alegar, esa es la cuestión
Normalmente se pueden obtener rebajas en la sanción se se pagan en un plazo estipulado. En la notificación suelen estar indicados los detalles según la casuística particular, pero habitualmente suele tratarse del 30% de rebaja si no se recurre la liquidación provisional, y el 25% además si se paga dentro del plazo. Y sí, para obtener rebajas generalmente hay que renunciar a recurrir la multa. Así que si optas por presentar alegaciones, prepáralo muy bien y asegúrate de tener todas las cartas de tu parte. Si optas por recurrir, pueden encontrar más info en este post.
Si una vez tengas la multa definitiva se te pasa el plazo para abonarla, tendrás que pagar además intereses de demora y un recargo. También existe la posibilidad de pedir un aplazamiento si se acepta la multa pero no se dispone de todo el dinero. Esto no es incompatible con las bonificaciones, aunque sí puede influir en la cuantía de estas.
Mejor prevenir que curar
No hay que olvidar que la mejor manera de lidiar con esta desagradable situación es hacer lo posible para evitarla. ¿Cómo? En primer lugar, y como comentamos anteriormente, hay que rectificar el error por el que hemos sido multados. Detectar por qué se dio esa situación y tomar las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir. Analizar procesos similares tampoco está de más, para comprobar si también puede haber errores allí.
Además, es importante contar con una persona profesional de la gestión y administración, o incluso abogados, para estar seguros de cumplir con todos los requisitos legales. Y si no se pueden tener perfiles de este tipo en plantilla, es muy recomendable contar con una asesoría especializada.
Finalmente, pero no menos importante, facilitar herramientas especializadas a todo el equipo facilita que la gestión documental sea correcta. Con una herramienta para la digitalización de tiques como Captio, por ejemplo, la empresa prevé problemas con esta documentación, ya que la copia digital realizada a través de la app está homologada por la AEAT y por lo tanto sustituye al tique original en papel. Esto significa que en caso de inspección de Hacienda, la documentación está disponible en la nube, con todas las garantías legales, y todas las facilidades de búsqueda e identificación.