Uno de los peores errores que un profesional puede cometer durante un Business Travel es que el hecho de no estar “en casa” afecte su aspecto. Esto puede tener consecuencia notables sobre la imagen de profesionalidad y seriedad que transmite, o no, y en consecuencia afectará de forma indirecta a su trabajo. Las arrugas en la ropa son un ejemplo: una camisa o blusa arrugada, por ejemplo, dará la sensación de dejadez, de mal preparado, de no estar centrado en el trabajo… Pero que no cunda el pánico, hay formas de evitar que la ropa llegue a su destino en malas condiciones.
Si queremos evitar que la ropa llegue hecha un acordeón, es básico elegir bien la maleta. Tiene que tener correas en el interior suficientes para sujetar bien la ropa, además de las paredes interiores planas.
La forma de hacer la maleta y colocar la ropa en el interior también es básica. Hemos hablado en artículos anteriores sobre la forma óptima de poner el traje en la maleta, o de poner la camisa para que no se arrugue. Para las otras piezas, lo mejor es intentar que todo esté lo mejor doblado posible, sin rellenar demasiado la maleta, para que no oprima la ropa creando arrugas. Ciertas prendas se pueden enrollar sobre sí mismas, para evitar la formación de pliegues, y siempre que sea posible, elegir telas que no necesiten ser planchadas y que conserven bien su forma original.
Además, es muy recomendable llegar con suficiente antelación al hotel donde nos alojaremos durante el viaje de empresa, por ejemplo la noche anterior, para poder sacar la ropa de la maleta y dejar que tenga tiempo de estirarse un poco en una percha. Un truco muy conocido para eliminar pequeñas arrugas es dejar la prenda de ropa colgada en el baño mientras nos tomamos un baño o una ducha bien caliente, para que el vapor ayude a alisar la tela. Y si a pesar de todo la ropa sigue estando arrugada, la mayoría de los hoteles disponen de servicio de tintorería, o se puede buscar alguna cerca de donde nos alojamos que pueda dejar la ropa como nueva.
