Para luchar contra el fraude por parte de las empresas, la Administración presenta anualmente un plan de control tributario. El de este 2015 se centra en el rastreo de fraude por Internet, la fiscalidad internacional y en patrimonios ocultos en el extranjero.
El Plan de control tributario de 2014 se concentró en intensificar las inspecciones "sorpresa" en las sedes de las empresas con el fin de poder acceder a la contabilidad y la información guardada en los ordenadores. La AEAT ha anunciado que seguirán estas inspecciones para luchar contra la economía sumergida durante este 2015.
Hacienda pretende con ello poder obtener información tributaria difícilmente accesible de otro modo. Eso sí, los inspectores sólo pueden acceder a las zonas abiertas al público, ya que para entrar en las zonas reservadas de una empresa se necesita una orden judicial.
El plan de 2015 presenta como novedades un especial control sobre la tributación por actividades comerciales por internet. Para ello, la AEAT incorporará los datos de 200.000 dominios de Internet a su base de datos. Además, a partir de ahora se controlará que se declaren las viviendas alquiladas a través de la red.
Por otra parte, la Agencia Tributaria ha anunciado que vigilará las estructuras y sociedades que erosionan artificialmente la base imponible española y también controlará a los no residentes que realizan actividad económica ocasionales en España.
Otra cuestión importante tratada en el Plan del 2015 es la localización de patrimonios deslocalizados. Para ello, utilizan la información aportada por el modelo 720 de declaración de bienes y derechos en el exterior. En la actualidad ya se está investigando más de 7.000 contribuyentes por posible declaración incorrecta de su patrimonio exterior. Además, en breve se implantará el intercambio automático de cuentas financieras a través del Estándar Común de Información, acordado por 50 jurisdicciones fiscales entre las que se encuentra España.
El Plan 2015 también contempla la preocupación por la competencia desleal y las técnicas de ocultación de la actividad comercial por la manifiesta voluntad de defraudar a Hacienda que representa. Por ese motivo se hará énfasis en la tributación de los establecimientos de ventas finales al consumidor (comercios, restaurantes, etc.)
