Cualquier plan financiero de una empresa está abocado al fracaso si no se ponen en marcha una serie de mecanismos de control interno. Dicho control debe enfocarse a la consecución de una serie de objetivos que tienen que ver, entre otras cuestiones, con el diagnóstico de la salud económica de la empresa y la detección de problemas, alteraciones o desviaciones en el campo de las finanzas.
El principal objetivo al que debe dirigirse toda estrategia de control financiero es tener la posibilidad, en cualquier momento, de mostrar la situación o estado de una empresa a nivel de finanzas, con todo detalle, objetividad y exhaustividad. Tomando como base esta meta básica, que puede entenderse como un fotografía o instantánea de la empresa, con el control financiero se pueden conseguir los siguientes objetivos:
Objetivos del control financiero: diagnosticar problemas
Detectar errores, desviaciones y alteraciones sobre las finanzas que pueden poner en peligro los propósitos generales de la empresa, su buena marcha económica y, en algunos casos, incluso su propia supervivencia.
Una vez detectados estos problemas, se debe proceder a su corrección, aunque en ocasiones, el control financiero simplemente sirve para comprobar que todo va en la línea correcta y se están cumpliendo, sin alteraciones considerables, las líneas corporativas marcadas.
Actuar sobre las áreas que lo precisan
Un diagnóstico de la situación de poco serviría si no se realizan actuaciones concretas que permitan reconducir una situación negativa gracias a la información concreta y detallada proporcionada por el control financiero.
A partir del análisis financiero es posible:
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Establecer medidas de ahorro en diferentes sectores, conceptos o departamentos de la empresa.
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Reducir inversiones de un sector para potenciar o redimensionar otros.
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Implementar acciones correctoras sobre los departamentos que lo precisen.
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Recibir alarmas sobre situaciones negativas en el ámbito financiero que permitan su pronta corrección.
Realizar análisis a través de Indicadores Claves de Rendimiento (KPI)
Cada empresa utiliza sus propios indicadores según sus características y naturaleza, cuyo análisis permitirán saber si la tendencia es positiva, negativa o bien pasiva o neutra y actuar en consecuencia.
Este post ha sido posible gracias a la ayuda de:
Oriol Grima, Responsable de Marketing de Saima Solutions, consultora tecnológica especializada en Business Intelligence y Performance Management.
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