Todas las empresas se han creado para obtener beneficios (de cualquier índole). Pero a lo largo de la vida de un empresario siempre tendrá que enfrentarse a una pregunta. ¿Cómo sé si realmente estoy ganando o perdiendo dinero? ¿Estoy teniendo un buen momento que luego puede volverse en mi contra por asuntos, como por ejemplo, la falta de liquidez? Para ello, no hay nada como tomarle el pulso a nuestro negocio con la cuenta de resultados.
Sin embargo, para ello, es importantísimo tener actualizada nuestra contabilidad, no sólo por la posibilidad de una auditoría contable y otras herramientas que utilizamos para que nos resulte lo más cómodo posible, sino también con el objetivo de poder analizar nuestros números (ahí incluimos todo: facturación, gastos fijos y variables, etc. ) y de esta manera facilitar la toma de decisiones.
No se trata de hacer grandes gestiones financieras. Para eso, seguramente, ya hayas contratado una asesoría con profesionales más que cualificados que te aconsejarán lo mejor para tu negocio (Asinco publica un artículo interesante sobre qué profesionales deberías buscar en una asesoría), sino de operaciones simples que puedes realizar. Y es que, además del resultado final, lo realmente importante es que las lleves a cabo partiendo desde un punto de vista analítico.
Volviendo al principio, ¿cómo sabemos si nuestro negocio pierde o gana dinero? La solución ideal para ello no es otra que la cuenta de resultados, también denominada cuenta de pérdidas y ganancias. Es la pieza clave en la gestión de cualquier negocio, sea grande o pequeño. Por eso, y aunque no seas un experto financiero, debes saber leer y sobre todo analizar tu cuenta de resultados.
¿Qué es la cuenta de resultados?
La podemos definir, resumidamente y a grosso modo, como el documento que informa del resultado de la gestión de la empresa como consecuencia de las operaciones ordinarias que está realizada de forma continuada, y de las cuales se obtiene un resultado.
Ingresos – Gastos = Resultado
Este resultado puede ser positivo, si los ingresos son mayores a los gastos, o negativo si los gastos son mayores a los ingresos. Ahora bien, la cuenta de resultados te dice si ganas o pierdes dinero, pero desde el punto de vista económico: esto no quiere decir que desde el punto de vista financiero tengas suficiente liquidez o tesorería, porque a veces los ingresos o los gastos tienen plazos de cobro y pago posteriores a la elaboración de la cuenta de resultados. Por ello, te invitamos a que a pesar de lo simple de las operaciones que te planteamos, tomes tiempo para analizar los ingresos (incluyendo aquellos que cobraremos a largo plazo y nos crearán falta de liquidez) y los gastos, determinando además los esfuerzos materiales y humanos que necesitamos para ello.
La clave no es sólo saber si ganamos o perdemos dinero, sino y mucho más importante por qué.
Y recuerda si descuidas tu contabilidad, descuidas tu negocio.
Juan Pérez Ramos
Área Financiera de Asinco, Abogados y Consultores
