Los tipos de fraudes financieros son muchos y variados, y han crecido debido a los avances tecnológicos que usamos. Saber cuáles son los diferentes tipos de fraudes nos ayudará a prevenirlos y frenarlos a tiempo.
A grandes rasgos, un fraude financiero se define como una acción que una persona o grupo de personas realizan para dañar la economía de otra persona, empresa o entidad bancaria, a cambio de su propio beneficio, por supuesto. Las consecuencias de los fraudes financieros pueden ser muy graves y, aunque no sea un acto que requiera violencia física, ocasionan grandes pérdidas y pueden ser clasificados como fraudes, hurtos y otros tipos de infracciones de la ley.
El fraude financiero o empresarial se ha multiplicado debido al proceso de transformación digital en el que se embarcan muchas empresas, que implica una mayor digitalización de las tareas. Tomar medidas de ciberseguridad para evitar estos ataques es muy importante, pues la red es un atajo muy sencillo para acceder a cuentas bancarias, contraseñas y todo tipo de información privada en las compañías.
Aunque cómo detectar un fraude financiero es una pregunta imprescindible, primero tenemos que empezar por la base: conocer ejemplos de fraudes según su tipología para así ubicarnos y saber exactamente a qué peligros nos estamos enfrentando.
Tipos de fraudes financieros: del robo de identidad a la falsificación
Robo de identidad
El robo de identidad se refiere a extraer la información financiera personal de un individuo (su tarjeta de crédito, su cuenta bancaria o su número de la Seguridad Social, por ejemplo) para realizar cargos fraudulentos u otro tipo de operaciones financieras de las cuales luego van a responsabilizar a la persona a la que han robado la información.
Fraude hipotecario y crediticio
Este tipo de fraude se realiza cuando alguien pide un préstamo o una hipoteca usando información de otra persona, o directamente información falsa que no le corresponde a él. También engloba los casos en los que prestamistas conceden préstamos con información incorrecta, sin que queden claras las condiciones y de forma engañosa.
Fraude de inversión
Vender activos financieros usando información falsa, engañosa o directamente fraudulenta. Esta sería la definición de un fraude de inversión. Ocultar información, prometer cosas imposibles y otras malas prácticas se engloban bajo esta etiqueta.
Fraude masivo
Llamado en inglés “Mass Marketing Fraud”, este fraude utiliza canales de comunicación de gran alcance como llamadas telefónicas y envíos masivos de correo, que muchas veces llegan a spam. Normalmente te captan con causas benéficas, donaciones a ONG’s o promesas de participar en un sorteo a cambio de incluir tu información personal. Esto es solo una excusa para robar tus datos financieros o conseguir que des dinero a organizaciones que no existen.
¿Y el fraude interno? Cómo hacerle frente con Emburse Captio
Todas las empresas pueden ser víctimas de los fraudes financieros explicados anteriormente. Pero un tipo de fraude que no suele tenerse muy en cuenta es el fraude interno, provocado por miembros de la propia compañía.
El término “fraude interno” se refiere a las actividades que sirven para hinchar la nota de gastos del trabajador y así poder ganarse unos cuantos euros de más. O que la empresa le pague dietas o gastos que en realidad no le pertocan. El término fraude puede sonar muy duro y excesivo para estos comportamientos, y hay quien prefiere llamarlo "abuso". También es cierto que el fraude puede ser intencionado o no pero, de cualquier forma, el efecto para la empresa es el mismo y por eso se necesita un control.
Los afectados por este fraude financiero es la propia empresa, así que debe ser la primera interesada en poner freno a la situación y aplicar medidas de prevención. Los mecanismos de detección y prevención del fraude interno son varios; la auditoría interna es uno de los más importantes. Tener listo un protocolo de actuación ante posibles casos, realizar entrevistas, análisis de la documentación y dejar constancia en un informe son otras prácticas que recomendamos.
Por último, hay herramientas que pueden ayudar a la empresa a gestionar los gastos de los empleados más eficazmente y así reducir el margen de éxito del fraude interno. Emburse Captio es una de ellas.
Emburse Captio permite controlar y detectar automáticamente los tiques de gastos reportados que no cumplan con la política de empresa, por poner solo un ejemplo. Es un software de uso muy sencillo que digitaliza todo el proceso de captura y reembolso de gastos con eficiencia y fiabilidad.
Si quieres ponerle freno al fraude en tu empresa, no lo pienses dos veces y ¡empieza por Emburse Captio!