Algunos piensan que no vale la pena gestionar la rectificación de facturas para deducir el IVA de los desplazamientos corporativos porque creen que el esfuerzo que supone no compensa. Pero, a parte de los beneficios económicos, hay que ver más allá y tener en cuenta los beneficios organizativos. Te lo explicamos a continuación.
El beneficio más evidente y directo de gestionar la recuperación del IVA deducible es sin duda el económico. Dependiendo de la actividad de la empresa y de la cantidad de desplazamientos profesionales realizados por los empleados durante el año, esta cantidad puede ser mayor o menor, pero suele ser considerable, pudiendo ayudar a mejorar la rentabilidad y equilibrar los presupuestos. Hay que recordar que estamos hablando reducir el gasto en un 21% (o 10% dependiendo del IVa aplicable a cada gasto).
A nivel financiero, la deducción del IVA supone tener que pagar menos en las liquidaciones de IVA, ya sean mensuales o trimestrales. Esto representará una mayor liquidez para la empresa, y un aumento de autofinanciación, mejorando el ratio de endeudamiento.
Otro beneficio menos obvio, pero igualmente importante es la mejora de procesos. La verificación de gastos es una oportunidad para la empresa de detectar oportunidades de mejora y de ahorro, así como rectificar posibles problemas o errores en los procesos.
Otra ventaja de deducir el IVA de los viajes de empresa es el control sobre la actividad de los empleados. Este proceso permite verificar los conceptos concretos de los gastos así como las actividades concretas de los trabajadores, para poder analizar el uso de los recursos de la empresa. De esta forma, se puede implementar medidas para optimizar estos gastos.
Relacionado con el punto anterior, la gestión del IVA deducible también permite detectar posibles casos de fraude interno. Así se reduce también este tipo de gasto, y se pueden detectar puntos críticos donde el fraude interno es más recurrente, para poner medidas para evitarlo.
Así pues, si te pregunta si vale la pena recuperar el IVA deducible de los gastos realizados durante los desplazamientos profesionales de los empleados de tu empresa, la respuesta es sí: mejora la situación financiera de la empresa, mejora los procesos organizativos y mejora el control operativo en las actividades de los empleados.
