La incorporación al mundo de la empresa de los smartphones y las tablets marca el punto de partida y origen de la movilidad corporativa tal y como la entendemos ahora. Anteriormente, se aplicaba este concepto para hablar del trabajo desubicado, es decir, las tareas que tenían lugar fuera de la empresa y, en todo caso, el uso de las limitadas funciones que permitían las PDA. Ahora la movilidad permite a la vez ahorrar costes a la empresa.
Todo empezó con un iphone
En el año 2007, es decir, hace tan solo seis años, Apple incorporó al mercado el primer teléfono inteligente: el iphone 2G. Se lanzó como un producto de consumo y uso doméstico que, en poco tiempo, se convirtió en toda una revolución para el mundo del trabajo y la empresa.
Siguiendo la estela del móvil de Apple, comenzaron a salir al mercado numerosos teléfonos inteligentes o smartphones que tuvieron una aceptación increíble, puesto que suponían toda una revolución en el campo de la telefonía móvil. El aparato que, hacía tan solo unos pocos meses, utilizábamos únicamente para llamar y enviar algún que otro SMS, nos permitía ahora múltiples funciones: navegar por Internet, chatear, llevar una agenda, utilizarlo como navegador y un larguísimo etcétera.
Por si esto fuera poco, en el 2010 Apple lanza otro producto revolucionario: el ipad, una tableta o tablet de revolucionario diseño y magníficas prestaciones. Al igual que con el iphone, el ipad da el pistoletazo de salida al uso masivo, y en un principio también doméstico y enfocado al ocio, de un nuevo y revolucionario dispositivo móvil de acceso a Internet.
Las cifras lo dicen todo
Se calcula que durante el 2013 se van a vender en el mundo más de 190 millones de tablets nuevas, lo que significa un número mayor que portátiles. El aumento de ventas con respecto al año pasado es de un espectacular 59%.
En el 2015 se espera que haya más tablets que PC’s. Y eso teniendo en cuenta que las primeras se inventaron hace solo 3 años,mientras que los PC’s tienen más de tres décadas de historia.
El ritmo de crecimiento de Smartphones y Tablets, así como el dinamismo
de su desarrollo puede calificarse de “salvaje”. La evolución y
penetración en todos los ámbitos está siendo muchísimo más rápida que Internet
Del ámbito doméstico al de la empresa
Estos dos dispositivos: smartphones y tablets se han convertido en el núcleo de la herramienta corporativa por excelencia. Pero para lograr esta posición hegemónica han tenido que superar, aunque parezca paradójico, las reticencias de las propias empresas.
Hasta ahora, prácticamente todos los avances tecnológicos se originaban en primer lugar en las empresas y el ámbito laboral y después de popularizaban, pasando al gran consumo y el uso doméstico.
En el caso de los teléfonos inteligentes y tablets ha pasado justamente lo contrario. Es decir, en primer lugar la gente se ha acostumbrado a los mismos con un uso doméstico y enfocado al usuario. Posteriormente, empezando por miembros de la Alta Dirección, se ha producido una gran presión para que fueran introducidos en la empresa, puesto que ofrecen muchas más funcionalidades que los dispositivos existentes en los trabajos.
Rápidamente, y por un efecto vírico, los iphones, ipads y otros móviles y tablets de última generación han ido introduciéndose en las empresas, en gran parte por el empuje y recomendación de muchos empleados, que en un alto porcentaje eran conocedores de sus bondades por ser propietarios de alguno a un nivel particular.
En definitiva, el índice de penetración de estos dispositivos en el ámbito laboral ha sido espectacular y, además, ha tenido lugar en un muy corto espacio de tiempo. No obstante, se puede afirmar que las empresas van a remolque, por lo que los IT Managers (responsables de tecnología) tienen que adaptar la estructura de las compañías a estos dispositivos y no al revés, como venía ocurriendo.
