El proceso de internacionalización de una empresa es un gran reto a nivel estructural y económico pero también significa una gran oportunidad para expandir su cuota de mercado, crecer y aumentar la rentabilidad.
Antes de dar el salto es conveniente planificar las fases del proyecto y establecer la base de una organización que nos permita estabilidad y previsión ante los nuevos retos de entrar en mercados extranjeros. Una de las grandes ventajas de los proyectos empresariales en países extranjeros suponen importantes beneficios tanto para la compañías como para los empleados desplazados, a los que se conoce como expatriados. Por su parte, los empleados ganan en experiencia y conocimientos, además de mejorar económicamente. Al entrar en contacto con un nuevo mercado su sentido del análisis se agudiza mejorando su competitividad y están alerta para detectar nuevas oportunidades para seguir creciendo o reactivar mercados que creías estancados.
Al entrar en un mercado extranjero no solo hay que tener en cuenta los aspectos numéricos de la inversión sino el periodo de adaptación a los nuevos procesos de trabajo, interrelación de empleados y aspectos culturales. Los empleados desplazados deben contar con un proceso de aclimatación para evitar encontrarse con barreras culturales que den lugar a malentendidos y te hagan perder oportunidades de negocio. El choque cultural es inevitable, pero si se gestiona adecuadamente no tiene porqué ser una experiencia negativa sino, por el contrario, un proceso constructivo y rentable. El equipo se enriquece de otros modelos de gestión y culturas corporativas que les hacen ganar en experiencia y conocimientos, además de tener una mejora significativa a nivel económico.
Cómo incorporar los conceptos de cultura, pluriculturalidad y multiculturalidad a tu empresa
Para poder abordar con éxito un proceso de expatriación de uno o varios empleados a un país extranjero la plantilla debe tener conocimiento sobre los conceptos de cultura, pluriculturalidad y multiculturalidad de forma adecuada, es decir, desde una visión abierta e integradora en los mercados en los que el proyecto internacional tiene presencia. Para ello es importante que la plantilla tenga información accesible y establecer un plan de adaptación que abarque desde unas semanas antes hasta un mes después de su incorporación al nuevo puesto.
Tradicionalmente, se ha entendido y estudiado la cultura como una cuestión únicamente nacional y, a partir de ahí, se han ido generando una serie de clichés, estereotipos y generalizaciones del tipo “los alemanes son muy rígidos, inflexibles y cuadriculados” o “los españoles impuntuales y desorganizados”. Éste enfoque es muy superficial sin tener en cuenta los factores culturales que hay detrás. Comprender una estructura social, su historia, climatología, estilo de vida y vincularlo a que cada persona tiene su propia personalidad es la llave para entender la forma de relacionarse o hacer negocios en el país destino. Una buena organización y una cultura de empresa flexible son los pilares clave para el éxito de la sinergia de equipos multiculturales.
Asimismo, debemos distinguir entre pluriculturalidad e interculturalidad. La pluricultura es un concepto que sirve par analizar y caracterizar una situación de convivencia de diferentes culturas, sin entrar en distinciones y diferencias. Por el contrario, la interculturalidad hace referencia a cómo se relacionan las distintas culturas entre sí, apreciando la diferencias y buscando formas de comunicación fluidas y sin imposiciones.
Un ejemplo de pluriculturalidad serían los Juegos Olímpicos, donde compiten muchísimas nacionalidades pero sin que se haga ningún tipo de distinción más allá de la propia competición. Mientras que las instituciones de la Unión Europea ubicadas en Bruselas constituyen un magnífico exponente de multiculturalidad, puesto que funcionarios de un sinfín de nacionalidades suman aptitudes y se interrelacionan con un objetivo común.
El cross cultural
El cross cultural es un concepto que hace referencia a una visión panorámica y global de la cultura, detectando y asumiendo las diferencias de las nacionalidades y grupos, pero siempre con una vocación integradora. Se busca la armonía en las relaciones inter y transculturales, explorando en las manera de aprovechar los distintos rasgos culturales para sumar fuerzas con el objeto de lograr unas metas concretas.
Muchos proyectos internacionales o de expatriación fracasan, o no llegan a alcanzar todo su potencial, precisamente por no tener en cuenta el cross cultural.La internacionalización comienza en la sede central
En el momento en el que se decide dar el salto internacional es importante que el equipo de recursos humanos y los managers de cada equipo realicen una buena comunicación interna. En primer lugar es necesaria una comunicación oficial para anunciar las novedades. A continuación los directores de equipo tienen la responsabilidad de explicar los nuevos retos para la empresa, por qué se han escogido los mercados e invitarlos a investigar sobre ellos. En una tercera fase si se tiene planeado ofrecer la posibilidad de expatriación se pueden ofrecer documentos informativos sobre la condiciones de la nueva relación laboral.
Adaptarse a un nuevo mercado es aceptar sus reglas de juego. Contar con protocolos de trabajo y herramientas de trabajo mecanizadas te ayudarán a agilizar la adecuación. Una vez pasado este periodo se completará la integración cuando el trabajador comprenda el ecosistema y así podrá anexionar poco a poco mejoras que se han aprendido durante el desarrollo del trabajo en el país destino.
Escuchar, analizar y compartir
Cuando decides internacionalizar una empresa después de tener éxito en tu mercado, puedes cometer el error de intentar “evangelizar” a tu nuevo nicho. Puede que el nuevo país tenga un perfil de público objetivo afín a tu servicio o producto pero ellos todavía no te han detectado como una solución a su necesidad.
Al entrar en un nuevo mercado es importante ser humilde y escuchar lo que tu público objetivo tiene que decir. Gracias a tratarse de una empresa “internacionalizada” cuentas con una ventaja competitiva: saben que cuentan con unas garantías sobre lo que ofreces pero ellos tienen que establecer la conexión y para ello el arma más poderosa es la escucha. Ver como la audiencia reacciona a tu presencia en el mercado te dará pistas sobre cómo comunicar o mejorar tus herramientas para llegar ellos. Tras analizar el feedback recibido por tus clientes potenciales hay que analizar la información para encontrar los puntos comunes con tus pasadas experiencias. Estas pistas te dictarán el camino que habrás de seguir para llegar a tu nueva audiencia.