De cómo se afronte una crisis durante las primeras fases dependerá el impacto que esta pueda tener sobre los aspectos económicos y financieros de una empresa. Por eso es tan importante saber cómo gestionar una crisis. ¿Qué líneas de actuación hay que seguir? ¿Cuáles son los indicadores financieros en los que hay que fijarse para saber si las cosas marchan correctamente? A lo largo de este artículo hablaremos de los aspectos financieros que es necesario gestionar ante una crisis.
Improvisar en los casos de gestión de crisis no es nada bueno. Lo ideal es que todas las organizaciones dispongan de unos protocolos pensados para facilitar la gestión de una crisis empresarial. Llegado el momento, el equipo directivo debe unirse para remar en la misma dirección.
No obstante, si hay un área que cobra especial importancia y sobre la que va a recaer la adopción de medidas es el departamento financiero. Del buen hacer de su director puede depender la supervivencia de la compañía. Controlar los flujos de caja y controlar el presupuesto de tesorería es fundamental, pero hay otros muchos aspectos que no se pueden descuidar.
Aspectos contables y financieros de una empresa a corto plazo
Una de las primeras acciones que debe realizar un Director Financiero es elaborar un mapa de riesgos en el que se incluyan todas las líneas de ingresos y se detallen los problemas que puedan tener. Conocer la ubicación exacta de sus clientes y proveedores también es necesario, al igual que dedicar tiempo a monitorizar los movimientos de la competencia.
Los expertos también recomiendan poner en marcha test de estrés para conocer rápidamente cuándo va a surgir un imprevisto que pueda afectar a los estados y aspectos financieros de una empresa.
¿Hay suficiente liquidez como para hacer frente a las deudas y préstamos adquiridos? ¿Podremos pagar a los proveedores? ¿Qué ocurre si nuestros clientes solicitan una prórroga para abonar el dinero que nos deben?
Gestión empresarial a medio y largo plazo
Una vez resuelto el corto plazo, hay que fijar la vista en el medio plazo y analizar los posibles escenarios que pueden darse. En esa situación actual en la que nos encontramos, nadie sabe exactamente qué va a ocurrir mañana y vale más prevenir y tener listo un plan de contención que contemple desde crear una tienda online hasta modificar la oferta de productos y servicios. Y muy importante: hay que estar atentos a todos los indicadores que alerten sobre un posible cambio en las pautas de consumo.
Gestión de crisis: cómo mantener la liquidez
Mientras tanto, el departamento financiero debe hacer todo lo posible por mantener un saldo positivo en el flujo de caja. Por ello, algunas decisiones enfocadas a salvaguardar la liquidez de una compañía podrían ser:
- Reducir gastos.
- Utilizar las líneas de crédito. Aunque no sea necesario echar mano inmediatamente de ese dinero, servirá como colchón para el futuro.
- Priorizar los pagos.
- Realizar solo compras urgentes.
- Acelerar los cobros por parte de los clientes.
- Gestionar cuidadosamente el riesgo de crédito comercial. Si intuyes que un cliente no va a pagar las facturas, mejor no venderle.
- Si fuera necesario, vender aquellos activos que no sean imprescindibles.
Ampliar fronteras
Aunque la pandemia ha afectado a todo el mundo, hay países en los que la incidencia no ha sido tan acusada. Quizá sea hora de ampliar fronteras y exportar nuestros productos o servicios a otros mercados.
Por último, pero no menos importe, no te olvides que los momentos de crisis pueden ser un buen momento para invertir porque el coste de oportunidad es menor.