Los resultados económicos, la posición con respecto a la competencia, el adecuado reparto de tareas, el nivel de satisfacción de los clientes, el ambiente de trabajo, la calidad del trabajo desempeñado por los empleados, la flexibilidad laboral, el liderazgo de los jefes… Calcular la productividad global de tu empresa implica tener en cuenta muchas variables, algunas a priori intangibles.
La productividad global de una empresa es un indicador fundamental para saber si la compañía marcha bien y se trabaja con eficiencia, por lo que hay que tratar de medirla de la forma más exacta posible. De esta forma, podrás hallar la relación entre los resultados obtenidos y los recursos destinados para llegar a ese punto.
Productividad Global = Producción obtenida / Factores utilizados
¿Cómo se calcula entonces? Pues dividiendo la producción obtenida entre la suma de cada uno de los factores implicados en ese resultado. Por lo general, los resultados son más fieles a la realidad cuanto mayor sea el número de factores contabilizados.
También es importante señalar que debes realizar la conversión de las diferentes unidades a un mismo valor. Generalmente, ese valor es monetario.
Pongamos un sencillo ejemplo. Una fábrica produce 10.000 unidades al día de un producto que se vende en el mercado a 2 euros cada uno. Para lograr esa producción, tiene contratados a 4 trabajadores a jornada completa que cobran 10 euros la hora y necesitan gastar 5.000 kilos de materia prima con un coste de un euro el kilo.
En este caso, la productividad obtenida es 20.000 (10x2), mientras que los factores utilizados son el factor trabajo y las materias primas. Como no se pueden sumar magnitudes heterogénas como son las unidades de materia prima y las horas empleadas por cada trabajador, hay que buscar una unidad común: la unidad monetaria.
Por tanto, la fórmula para calcular la productividad global de la empresa sería: PG = Valor de la producción / Valor de los factores empleados. Más concretamente: 10.000x2€ -venta en el mercado- / 4x (10x8€) -el sueldo de los trabajadores al día- + 5.000x1€ -el coste de la materia prima-.
Con los cálculos realizados, estaríamos hablando de un índice de productividad de 3,75. Dado que es superior a 1, la productividad global de esa empresa es positiva. Ahora bien, si alguna variable cambia o se introduce una nueva que genere un coste, el resultado variará.
¿Cómo se calculan las variables intangibles?
No obstante, recuerda que calcular la productividad global de una empresa no consiste solo en contabilizar los datos económicos. Para que obtengas un resultado veraz, es necesario que añadas a la ecuación variables de productividad intangibles o difíciles de cuantificar, como la atención al cliente, lo aprendido en los cursos de capacitación laboral, la reputación de la marca, el nivel de motivación de los empleados o el liderazgo de los directivos, por poner algunos ejemplos.
Aquí es donde la situación se complica un poco, pues esa labor no puede medirse en ingresos. Lo que sí se puede hacer es utilizar otras herramientas específicas, como pueden ser las encuestas de satisfacción a los clientes, las estadísticas de reclamaciones o pequeñas evaluaciones de desempeño del trabajo. Así, puede darse el caso de que una compañía cuente con una plantilla muy productiva, pero la empresa puede no serlo tanto porque hay algo que está fallando en la cadena de distribución.