Actualmente, una de las características del sector empresarial es el elevado grado de competitividad. Las compañías utilizan todos los medios disponibles para alcanzar o superar sus objetivos empresariales. A continuación proponemos algunas soluciones para mejorar y medir la productividad laboral de una empresa.
El impacto de las nuevas tecnologías en la productividad laboral
La incidencia de las nuevas tecnologías en la productividad de los trabajadores y la competitividad de las empresas es innegable. Presente en todos los aspectos de nuestra vida, esta revolución que nació con el objetivo de favorecer el desarrollo de ciertas acciones, hoy en día determina nuestra forma de trabajar.
Organizaciones de todo tipo, desde nuevos emprendimientos hasta grandes multinacionales, recurren a las nuevas tecnologías para diferenciarse de la competencia. De esta manera las estrategias empresariales, políticas comerciales y la organización del trabajo se diseñan y ejecutan de acuerdo a un pensamiento digital.
La productividad laboral no es ajena al impacto de estas tecnologías. Un uso adecuado de las mismas no solo permite a las organizaciones una mayor producción sino, además, que los productos o servicios sean de mayor calidad y que se elaboren o presten en menos tiempo.
La tecnología y la productividad se han transformado en dos aliados indispensables para el éxito de cualquier proyecto empresarial. Aquella frase que decía "aquí siempre se ha trabajado así” ha quedado en desuso y las empresas están obligadas a adaptar sus procesos de producción a las nuevas tecnologías si quieren sobrevivir a un mercado en constante cambio.
Uno de los impactos más claros de las nuevas tecnologías en la productividad laboral se da en la automatización de procesos. La misma está presente en áreas tan diversas como la fabricación de productos en general, el desarrollo de nuevos sistemas y procesos, la investigación y el desarrollo y las nuevas máquinas y equipos que se utilizan en la elaboración de productos.
Diversos estudios aseguran que la automatización de los procesos laborales permitirá aumentar la productividad global del 0,8 % al 1,4 % anual durante los próximos cincuenta años. Para tomar una idea de su dimensión cabe recalcar que la revolución industrial con la máquina de vapor supuso un incremento de la productividad del 0,3 %.
Si bien la transformación digital conlleva a la optimización de recursos y, por ende, a un aumento de la productividad laboral, no debemos perder de vista que el verdadero motor de este cambio sigue siendo el trabajador. Por ello, para evitar confusiones y obtener el máximo provecho de esta transformación, es necesario implicar a los trabajadores en el cambio y hacerlos partícipes del mismo.
Infinidad de tareas que antes se realizaban de forma manual hoy son llevadas a cabo por robots o programas informáticos, logrando así que el trabajador sea más productivo y puede dedicarse a tareas más rentables. A la vez, la comunicación, tanto interna como externa, es más eficiente logrando, por ejemplo, una reducción en el tiempo de la labor de comercialización y mejorando la experiencia del usuario.
Las pymes son, sin duda, una de las grandes beneficiadas de la transformación digital gracias al aumento de la productividad laboral. Sin embargo, para aprovecharla deben ser conscientes de la necesidad de modificar su forma habitual de trabajar, algo que debe impregnarse en la cultura de la empresa.
Así, este cambio paulatino debe acompañarse con un proceso de educación del trabajador para que tome conciencia del cambio. En definitiva, no se trata solamente de planificación y ejecución empresarial sino también de abordar el cambio desde la motivación, la formación y el compromiso.
Cómo medir la productividad laboral de tus empleados
Como ya dijera hace tiempo el físico y matemático británico William Thomson Kelvin, lo que no se mide no se puede mejorar. Por tanto, si quieres mejorar la productividad laboral de tus empleados es necesario que seas capaz de medirla usando, para ello, algunas herramientas e indicadores objetivos que vamos a comentar a lo largo de este artículo.
La productividad de los empleados es un concepto muy relacionado con el rendimiento laboral. Por tanto, se puede definir como la relación que existe entre los resultados obtenidos en el trabajo y los recursos que han sido empleados para alcanzarlos. Es por ello que se puede medir respecto a dos variables diferentes: el volumen físico del trabajo realizado o bien por el valor generado por los bienes o servicios que se han producido.
No obstante, la medición de la productividad laboral debe ir más allá de los resultados, ya que esta puede depender de otros muchos aspectos que pueden ser muy importantes a la hora de valorar el rendimiento de un determinado empleado. Hablamos por ejemplo de su contribución al buen ambiente de trabajo en la compañía, el nivel de satisfacción de los clientes con los que trabaja, el apoyo a los compañeros, etc.
También es conveniente recordar, ya que muchas empresas se equivocan en este punto, que no se puede asociar el rendimiento laboral al número de horas trabajadas, sino al aprovechamiento del tiempo y a la calidad del trabajo realizado. Esto que parece obvio, es muchas veces el principal obstáculo con el que se encuentran muchas compañías a la hora de valorar de forma objetiva y efectiva la productividad de sus empleados.
Para facilitar esta tarea, te proponemos estos consejos para mejorar la productividad laboral:
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Para cada uno de los perfiles de la empresa se deben definir aquellos parámetros que se considere puedan estar relacionados con un buen desempeño en el puesto de trabajo. En estos parámetros se pueden incluir los relacionados directamente con los resultados obtenidos, pero también otros aspectos como los mencionados anteriormente, que si bien son más difíciles de medir, pueden llegar a ser muy valiosos.
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Para cada uno de los parámetros identificados es necesario definir uno o varios indicadores que sirvan para medir el desempeño respecto a dichos parámetros. Estos indicadores deben ser 100 % objetivos y fáciles de interpretar con el fin de que su uso sea lo más operativo posible.
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Es necesario que se mida la productividad laboral de todos los empleados, siendo fundamental hacer ver que dicha medida no se hace con otro objetivo que poder identificar oportunidades de mejora, ya que en caso contrario se pueden encontrar reticencias en la plantilla.
Si nos centramos solo en los resultados obtenidos, la productividad laboral se puede calcular como el cociente entre dichos resultados y los recursos empleados para alcanzarlos. No obstante, con esta fórmula se simplifica mucho el concepto de productividad, ya que se centra solo en la producción. Por ello, lo ideal es integrar en el cálculo de la productividad otras variables como el foco y la estrategia de la empresa, no siendo solo una cuestión matemática.
Cómo motivar a los empleados para aumentar la productividad laboral
Como decía anteriormente, la motivación de los empleados es un factor de vital importancia para alcanzar los objetivos empresariales. En este apartado recogemos las recomendaciones de Frederick Herzberg, psicólogo norteamericano especializado en gestión empresarial, y el cazatalentos Alberto Bocchieri, ambos eminencias en el campo de la psicología, la gestión empresarial y los recursos humanos.
Una de las herramientas para alcanzar los objetivos empresariales es la motivación de los empleados. Está demostrado que la motivación de la fuerza laboral es fundamental para aumentar la productividad laboral y por ese motivo, en las últimas décadas se han desarrollado sofisticadas teorías y estrategias en el campo de los recursos humanos.
La frustración en el entorno laboral
Todos nosotros tenemos distintas necesidades que queremos cubrir como, por ejemplo, el éxito, el reconocimiento, el desarrollo profesional y personal, etc. Sin embargo, cuando encontramos obstáculos a primera vista insalvables se produce la frustración, que degenera en comportamientos desorganizados y reacciones emocionales como nerviosismo, insomnio y ansiedad.
Una de las características más comunes en los empleados frustrados es la apatía y el desinterés por el trabajo, aunque en los casos más extremos se pueden dar comportamientos agresivos. Es muy común que estos empleados se reúnan fuera del trabajo para retroalimentar su frustración, creando así una espiral que es necesario atajar.
¿Hay que pagar más para motivar?
Una solución rápida para aumentar la productividad podría ser incrementar los salarios de los trabajadores. Sin embargo, Frederick Herzberg señala que las necesidades de nivel bajo, como las económicas, se cubren rápidamente y que una vez iniciada la dinámica de subidas salariales, es muy difícil detenerlas.
Herzberg afirma que motivar significa estimular a una persona creando el entorno propicio para favorecer un determinado comportamiento. Gestionando la motivación correctamente es posible alcanzar los objetivos empresariales y cubrir las necesidades de las personas. Para este autor, una de las técnicas más efectivas es lo que denomina el “enriquecimiento del puesto” que convierte al trabajador en responsable de la planificación, ejecución y evaluación de sus tareas.
Existen cinco acciones que es necesario seguir para enriquecer los puestos de trabajo:
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Crear grupos de trabajo naturales: identificar las tareas y flujos de trabajo que desempeña un empleado para asignar responsabilidades.
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Combinar las tareas: crear módulos de trabajo que incluyan distintas tareas y que favorezcan el desarrollo multidisciplinar de los trabajadores.
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Establecer responsabilidades de cara al cliente: se debe tratar de generar un entorno en el que exista una relación directa entre el empleado y el cliente, ya sea interno o externo.
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Ampliar las responsabilidades de los puestos verticalmente: es recomendable permitir que el empleado sea responsable de la programación de sus tareas, resuelva por sí mismo las incidencias que se puedan dar y establezca los tiempos necesarios para el desempeño de cada tarea. En definitiva, el trabajador debe ser autónomo.
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Establecer canales de comunicación y retroalimentación: el empleado debe conocer si está realizando su trabajo correctamente o si por el contrario, debe corregir su desempeño.
La importancia de la selección de personal
Por otro lado, Alberto Bocchieri indica que uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas es la correcta selección de personal. Según Bocchieri, el factor determinante del éxito o fracaso de las empresas son las personas y subraya que una de las desventajas de las pequeñas y medianas empresas es que disponen de menos recursos para atraer el talento. El principal aspecto a tener en cuenta a la hora de contratar a un empleado es que sienta pasión por el puesto de trabajo y no lo vea como un trabajo más.
Simples acciones de la gerencia, como felicitar por los resultados obtenidos, explicar los objetivos empresariales y realizar actividades lúdicas que favorezcan la comunicación entre los trabajadores pueden ayudar a crear un entorno de trabajo agradable y en definitiva, aumentar la productividad de cada empleado.