En la actualidad, las modas y tendencias cambian a velocidad de vértigo y lo que ayer era lo más novedoso puede que hoy ya no lo sea. El sector de los viajes de negocios no es una excepción y se ven algunos cambios con respecto a los bleisure travelers, es decir, los hombres y mujeres de negocios que deciden extender sus viajes unos días más por placer. Ahora, lo que se lleva el es workventure.
Bleisure travel: no todo es trabajar en los viajes de negocios
Quizás alguna vez, después de un viaje exprés de negocios, te has quedado con ganas de visitar mejor la ciudad y te has preguntado: ¿te imaginas si pudiera unir trabajo y placer? Este concepto de viaje existe y tiene nombre propio: bleisure travel. De hecho cada vez más empresas se plantean poder ofrecer esta posibilidad a sus viajeros de negocios. Importado de Estados Unidos, este nuevo formato de business travel pretende unir trabajo y ocio con una variante que llega más lejos, el blurring.
El blurring es un un término llegado también de Estados Unidos formado a partir de las iniciales de business y de leisure, y del verbo to blur, difuminar, haciendo referencia a la tendencia de desdibujar las fronteras entre lo personal y lo profesional. Cada vez hablamos menos de nuestro lugar de trabajo y más de momentos de trabajo. Y ha sido la tecnología (tabletas y teléfonos inteligentes) el factor clave en el desarrollo de esta situación.
A continuación enumeramos los sectores y colectivos profesionales más afectados por el efecto blurring:
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Autónomos y freelancers: para estos trabajadores resulta muy complicado mantener horarios regulares en la rutina cotidiana ya que la mayoría trabajan por proyectos con fechas de entrega ajustadas. Además, en algunos sectores la estacionalidad es determinante, por lo que estos autónomos deben trabajar en varios proyectos al mismo tiempo para compensar la inactividad de otros meses.
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Pequeñas empresas y empresas familiares: en este tipo de negocios las relaciones familiares pueden llegar a mezclarse con las profesionales, por lo que resulta muy frecuente hablar de trabajo en casa o al contrario, discutir sobre temas personales en horas de trabajo.
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Ejecutivos y altos directivos: debido a su responsabilidad, estos profesionales deben mantenerse conectados a sus dispositivos móviles e internet prácticamente las 24 horas del día.
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Emprendedores y profesionales de las startups: lanzar una nueva empresa conlleva muchas horas de trabajo y en muchos casos forma parte de un proyecto vital. Además, al margen del sector de actividad, gestionar una empresa requiere invertir tiempo en tareas administrativas como, por ejemplo, llevar al día la contabilidad y las finanzas. Como consecuencia, los profesionales deben enfocar una gran parte de su día a gestionar el papeleo.
Un paso más allá en los viajes de negocios: el workventure
El concepto de workventure se diferencia de su predecesor en el grado de aventura y ejercicio físico. El trabajador queestá viaje quiere dedicar esos días extra a vivir una pequeña aventura y disfrutar del turismo más activo en lugar de hacer compras o relajarse en una piscina. Según un estudio, realizado por la página web de reservas Hotwire.com, estas son algunas características de los viajeros que prefieren el workventure:
- Son espontáneos ya que hay más probabilidad de que planifiquen un viaje en el último momento.
- Les gusta organizar viajes con amigos y familia.
- Tienen predilección por los viajes en carretera.
- Aprecian la comida sana y probar nuevas cocinas.
Además de sus gustos y preferencias, hay otra serie de actitudes de comportamiento que también hacen de este grupo de viajeros algo diferente del resto:
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Están bien informados: son viajeros totalmente familiarizados con las tecnologías.
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Relacionado con el punto anterior, son viajeros muy rápidos y ágiles a la hora de encontrar ofertas y descuentos a través de las distintas aplicaciones.
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Prefieren dejar las puertas abiertas a cambios en el último momento y reservar las actividades una vez que se encuentren en destino.
El concepto workventure no se limita exclusivamente a la parte más lúdica. Un estudio de 2010 publicado en el Journal of Applied Psychology muestra que cada vez son menos los empleados que pueden llegar a desconectar y relajarse durante sus horas libres y aumenta el agotamiento y la fatiga emocional en un año.
Por eso mismo, muchos de los empresarios creen que viajar mejora las habilidades de los trabajadores, lo que se traduce en una ventaja competitiva para las empresas. Por ejemplo, los directivos que viajan asiduamente demuestran tener un mayor nivel de adaptabilidad y mejores habilidades de comunicación, planificación, conciencia cultural y gestión del tiempo.
Estas capacidades también tienen su reflejo en la vida privada de las personas, ya que al sacar el máximo provecho posible de cada experiencia, las relaciones también son más saludables.
Conciliación en los viajes de negocios
Un 37 % de trabajadores se ve sometido a elevados niveles de presión en su trabajo, aunque la nota media de los españoles se mantiene en el mismo nivel que el año pasado con un 6,6 sobre 10. La conciliación entre la vida laboral y profesional es uno de los factores más importantes a la hora de solicitar trabajo en una nueva empresa, además del ambiente de trabajo, ambos en un 90 %.
Un 41 % de los trabajadores se muestra insatisfecho con este equilibrio, aumentando cuatro puntos porcentuales con respecto a 2014 según el barómetro 2015 EDENRED-IPSOS. Esa es, probablemente, una de las consecuencias de que más de la mitad de las personas se vean obligadas a resolver asuntos personales durante sus horas de trabajo (51 %) y de que el 65 % de los trabajadores se sienta requerido fuera de su horario laboral.
Debe ser por eso que el informe de BridgeStreet, proveedor global de apartamentos que encuestó a 640 viajeros profesionales, destaca el alto grado de adaptación de esta práctica: el 83 % de los sondeados dice aprovechar sus viajes de empresa para conocer la ciudad en la que está. Incluso el 79 % de ellos aprovecha para cogerse unos días libres y quedarse en el lugar de destino. Incluso casi la mitad (el 46 %) lo hacen siempre que tienen un viaje profesional.
De hecho, 6 de cada 10 viajeros corporativos está más dispuesto a mezclar trabajo y ocio durante sus viajes, y es que casi todos están de acuerdo en que les ayuda a ganar experiencia y conocimientos (el 97 %) y que les ayuda en los objetivos de negocio (el 79 %). La tendencia es ampliar los días de viajes para concederse unos días de ocio. Esta práctica del bleisure está siendo cada vez más frecuente en los últimos cinco años.
Según otro estudio realizado por Expedia, son los jóvenes los que más aprovechan los viajes de trabajo para dedicar tiempo al ocio: los viajeros profesionales de entre 18 y 30 años se cogen de media 4,2 días más de vacaciones en sus viajes de empresa, contra 2,9 días para los que tienen entre 31 y 45 años, y 3,2 días para los que tienen entre 46 y 65 años.
La actividad favorita del 77,2 % de sondeados es hacer turismo y conocer la ciudad según BridgeStreet, seguido de ir a cenar (el 66,3 %) o disfrutar de alguna actividad cultural o relacionada con el arte (el 66 %). Algunos también aprovechan para salir de marcha (34,8 %) o hacer actividades en el exterior (33,9 %), como podría ser un paseo en bici o alguna excursión. La variedad de actividades es, pues, muy amplia: sean cuales sean sus gustos o aficiones, los business traveller pueden encontrar qué hacer durante sus viajes bleisure.
A pesar de todos estos datos, el 59 % de los viajeros de negocios admite que su empresa no dispone de políticas de viajes relativas a este ámbito, el 27 % no está seguro y solamente 14 % dice tener algún tipo de política de empresa al respecto.
En definitiva, la mezcla de la vida personal y la profesional forzarán a las empresas a reorganizar su actividad y utilizar herramientas de gestión novedosas. A partir de ahora, las compañías deberán gestionar áreas muy sensibles como la seguridad en la gestión de la información y la de los viajeros en sus desplazamientos.
