Tanto trabajadores como clientes han oído hablar alguna vez de los viajes de incentivos que organizan las empresas: son aquellos desplazamientos que buscan compensar el buen rendimiento de los empleados así como la fidelidad de los clientes. Estos viajes desempeñan un papel estratégico en la relación de la empresa con los mismos.
Tradicionalmente, los viajes de incentivos han sido una de las mejores formas para premiar a los trabajadores de una empresa por todo el esfuerzo que los empleados ponen cada día en realizar su trabajo de la forma más profesional y eficiente, así como el cumplimiento de los objetivos laborales por parte de sus trabajadores.
En los últimos años han evolucionado mucho, haciéndose mucho más ambiciosos y afectando a más factores. Se trata, además de incentivar a los empleados, de motivar también a proveedores y socios, conseguir más clientes y fidelizarlos e, incluso, mejorar la imagen de la empresa ante la sociedad en general.
Este tipo de viajes suelen estar restringidos a ciertos beneficiarios que la empresa decide. Se busca en todo momento la originalidad al seleccionar el destino, fomentar el compañerismo con actividades de team building y, de paso, descubrir nuevos parajes.
Las principales ventajas que las empresas esperan conseguir, en la actualidad, con los viajes de incentivos son los siguientes:
1. Motiva a los trabajadores
Cuando los empleados saben que la recompensa a su trabajo puede ser un viaje de incentivos, éstos se motivan y se esfuerzan mucho más en el desarrollo de sus tareas para alcanzar la ansiada recompensa. Este premio puede ayudar a subir el ánimo de los empleados y a recuperar la confianza en la empresa.
2. Una mejor relación entre compañeros
Hay ocasiones en las que la empresa otorga este tipo de incentivos no económicos a varios empleados de forma grupal para fomentar el trabajo en equipo dentro de la empresa. La organización de viajes de ocio, como los viajes de incentivos, favorece la creación de un clima más positivo y cordial. No hay nada mejor que un viaje en grupo para limar asperezas y reforzar el compañerismo. De esta forma, además de aumentar la productividad y el trabajo en equipo, también se mejorará sustancialmente la relación entre los propios compañeros.
3.Potencia la sensación de pertenencia a un grupo
Muy relacionado con el punto anterior. Gracias a este tipo de recompensas no económicas por parte de las empresas a sus trabajadores por realizar el trabajo en equipo, se potencia la sensación de pertenencia a un grupo por parte de los propios empleados, mejorando la relación entre compañeros y el ambiente en el puesto de trabajo.
4. Potencia la productividad empresarial
Los viajes de incentivos no son una excepción para aumentar la rentabilidad. Cuando los empleados saben que su trabajo puede verse recompensado por un viaje de incentivos, o a un cliente a modo de obsequio, aumentarán sus esfuerzos y, por tanto, la productividad y rentabilidad de la propia empresa.
Una de las mejores sensaciones que puede experimentar un empleado en su puesto de trabajo es la de sentir el reconocimiento por parte de sus superiores. Hacer saber a un trabajador que está realizando bien sus funciones es una forma de aumentar su autoestima, y por tanto, de hacer que esté contento en su puesto de trabajo y hacer que pueda continuar con su esfuerzo.
Gracias a los viajes de incentivos, los trabajadores tendrán la oportunidad de disfrutar de unos días libres y desconectar del trabajo, reduciendo así el estrés laboral.
7. Igualdad de oportunidades
Las recompensas no económicas de este tipo que se ofrece a los trabajadores tas el buen desempeño de sus funciones hace que exista una mayor igualdad de oportunidades dentro de la empresa, ya que este tipo de premios se otorgará por parte de la propia empresa a los trabajadores que mayor empeño, esfuerzo y resultado haya aportado en un periodo de tiempo determinado.
8. Mejora las relaciones laborales
Los viajes de incentivos, así como cualquier tipo de recompensa de este tipo hace que mejoren las relaciones laborales al propiciar contactos y relación fuera del ámbito y el puesto laboral. Una empresa o compañía que sea capaz de fidelizar a sus empleados y clientes ganándose su lealtad y confianza, tiene mucho ganado para conseguir el éxito. Como ocurre con seminarios y congresos, los viajes de incentivos son un marco ideal para hacer networking.
9. Forma de promoción y publicidad para la empresa
Un viaje óptimamente organizado y, sobre todo, bien comunicado y publicitado a nivel interno y externo puede servir para mejorar la imagen de la empresa a tres niveles distintos: entre los propios empleados, con clientes y proveedores y en la sociedad en general, siempre que se apliquen medidas de responsabilidad social como el ahorro energético.
10. Cuida el descanso y la felicidad de los empleados
Cuando una empresa ofrece viajes de incentivos a sus empleados les proporciona una mayor seguridad y una mayor felicidad, motivándolos a trabajar para conseguir su objetivo.
La tendencia actual es alinear los objetivos de los viajes de incentivos con una estrategia integral de comunicación que implique a los distintos departamentos de la empresa (marketing, recursos humanos, gestión, etc.), sin considerarlos una actividad aislada
Todos estos objetivos pueden concentrarse en uno solo: convertir el viaje de incentivo en una potente herramienta de marketing tanto interno como externo, que sirva para motivar a toda la cadena de valor de la empresa (empleados, proveedores, socios y clientes) y proyectar una excelente imagen corporativa.
Extra bonus: tendencias en los viajes de incentivos
La tendencia actual es la contratación de viajes dentro de territorio nacional por su proximidad y que tengan una duración media de 3 o 4 días: viajes más cortos y más cerca. Un factor clave es el retorno sobre la inversión (ROI) que, aunque resulta difícil de medir, se basaría en cuantificar en qué grado el viaje motiva la mejora de resultados económicos en la empresa. Por ejemplo, en el caso de un agente comercial, como incide la recompensa que puede tener con un viaje en el desempeño de su trabajo diario.
Una herramienta de medición común son las encuestas de satisfacción entre los asistentes al viaje, aunque muchas veces sus resultados no muestran la realidad. Por este motivo se establecen unos KPI o indicadores clave de rendimiento. Deben determinarse a partir de los objetivos que se pretenden conseguir del desplazamiento. El análisi de los resultados obtenidos de estos indicadores debe hacerse de forma minuciosa para conseguir unos resultados fiables.
