La información financiera es suficiente para determinar con cuáles son todos los gastos en los que incurre para poder generar su cifra de negocio. Pero para la correcta gestión empresarial, conocer ese importe no es suficiente. Es necesario entender cómo se reparte ese gasto en las diferentes actividades de la empresa.
Aunque, obviamente, existen otros modelos, dos de los más importantes y conocidos son los llamados full cost y direct cost. Es importante entender en qué consisten, así como sus similitudes y divergencias con el fin de poder decidir cuál es el más apropiado para nuestra empresa.
En un principio, el modelo full cost fue el primero que se desarrolló. Como su nombre indica, tiene en cuenta todos los costes. Se desarrolló sobre la idea de imputar a los productos todos los costes que se producían en la empresa, con el fin de poder tener una base sobre la que realizar los presupuestos de los pedidos de los clientes.
Es un modelo interesante actualmente porque se realiza la valoración de los estocs de acuerdo con las normas del coste de producción. Una regla de uso normal en contabilidad financiera.
Posteriormente surgiría un modelo que partía de un punto de vista diferente. El modelo de costes parciales, o direct cost, que asigna a los bienes producidos tan solo una parte del coste de los factores. La idea es imputarles solo los costes de carácter directo o variable. Aquellos que son considerados costes fijos se tratatrán como coste del período.
Como contraposición al modelo anterior, en este caso solo se establece una imputación parcial de todos los costes que considera el full cost. Este método tuvo en general una buena acogida porque algunos especialistas entendían que aportaba una información más valiosa en el momento que se debían tomar las decisiones empresariales.
En este caso, se pueden ajustar los presupuestos de los pedidos o los precios que se ofrecen de los productos a lo que realmente costa cada uno de ellos. Obviamente hay otros gastos que se deben asumir en la empresa, pero éstos se van produciendo con independencia de lo que se fabrica, y por tanto no corresponde en concreto a esos productos.