Técnicas de gamificación: Aprender jugando mientras se viaja

Viajes de incentivos timer 3 min.
Dan Moser

Un viaje de incentivo no se debe limitar a mostrar bellos paisajes e impresionantes monumentos y a agradar al invitado con lujosos hoteles o selectos restaurantes. Todo eso está muy bien y también debe tenerse en cuenta, pero hay que incluir otras tipo de actividades, como la gamificación. 

El concepto general de la gamificación

La gamificación (gamification en lenguaje anglosajón) es el empleo de mecánicas de juego en entornos y aplicaciones no específicamente lúdicas con el objeto de potenciar la motivación, la concentración, el esfuerzo, la fidelización y otros valores positivos, que son comunes a todos los juegos.

La gamificación es una nueva y poderosa estrategia para motivar e influir en grupos de personas. Esto ha provocado que, en los últimos años, se haya despertado el interés de expertos en comunicación, psicología, educación, salud, productividad -y casi cualquier área de actividad humana- por descifrar las claves que hacen de los juegos un medio tan eficaz.

Este contexto de reivindicación del juego como óptima herramienta de aprendizaje y de mejora del trabajo en equipo y de las relaciones humanas en general, ha propiciado un gran expansión del uso de los juegos a todo tipo de ámbitos y áreas.

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La gamificación en los viajes

Generalmente, se relaciona la gamificación con el auge digital y los videojuegos de todo tipo, pero en realidad se puede utilizar en cualquier entorno donde se den relaciones humanas, como por supuesto un viaje.

La implementación correcta de estrategias de gamificación permite pasar de la mera conectividad al engagement (es decir, el compromiso), logrando que un grupo de personas participen de manera dinámica y proactiva.

En el caso concreto de los viajes, existen técnicas de creatividad muy poderosas, que pueden ser planteadas y dirigidas por el nuevo perfil de guía turístico. Estas serían algunas propuestas:

  • Competiciones de preguntas o pequeñas pruebas de habilidad.

  • Concursos de habilidades: canciones, baile, imitaciones de famosos, etc.

  • Jugar a que se está rodando una película y los invitados del viaje son los directores y actores.

  • Convertir a los participantes en fotógrafos, escritores o, incluso, concursantes de un reality show.

Hace 2500 años, el pensador oriental Confucio nos regaló una frase que se ajusta a la perfección a la filosofía del viaje de incentivo: «Dime algo y lo olvidaré, enséñame algo y lo recordaré, hazme partícipe de algo y lo aprenderé»

Las opciones son muchísimas y todas válidas, mientras cumplan su objetivo: hacer partícipe al viajero para que la experiencia del viaje sea mucho más intensa, placentera y enriquecedora.

Para el presente post, hemos contado con la ayuda de:

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Javier Lozano

Marketing & Travel Advisor




Image(s): FreeDigitalPhotos.net

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