Uno de los grandes beneficios de los viajes de incentivos es que suponen una inmejorable oportunidad para establecer contactos con colegas de profesión, socios, proveedores y para afianzar la relación con los propios compañeros.
El networking en los viajes de incentivos
Todas las empresas son conscientes de las ventajas de tener una red de contactos lo más extensa posible y que continuamente se han de ir estrechando las relaciones tanto con los propios empleados, como con otros profesionales, clientes, proveedores y consumidores efectivos o potenciales de sus productos o servicios.
Por lo tanto, la potenciación del networking debe contemplarse como uno de los objetivos principales de cualquier viaje de incentivo, poniendo los medios adecuados y estableciendo estrategias enfocadas a lograrlo.
Se pueden dar diversos tipos de networking y de intensificación de las relaciones profesionales y/o personales.
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Potenciar el conocimiento que tiene la empresa de sus propios empleados. Las relaciones en el trabajo son muy limitadas y parciales. Por el contrario, a través de la convivencia que se da en los viajes, se puede llegar a conocer a un empleado en su vertiente más emocional y detectar características que, debidamente potenciadas, pueden ser útiles también en el plano laboral.
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Intensificar las relaciones entre los propios empleados. Aun trabajando en la misma empresa, muchas veces los empleados de distintos departamentos apenas se conocen. Este alejamiento suele influir negativamente en el rendimiento laboral, y un viaje puede ser la mejor manera de contrarrestar este déficit.
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Cuando se invita a clientes, estos suelen ocupar importantes cargos directivos de otras empresas, lo que significa una gran oportunidad de mejorar el networking con capital humano de gran valor.
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También se pueden establecer contactos, enriquecedores y productivos, tanto a nivel profesional como personal, con colegas de profesión, nativos del destino o con otras personas que también se encuentran de viaje.
Estrategias para favorecer el networking durante los viajes de incentivos
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Organizar todo tipo de actividades profesionales y lúdicas, que favorezcan la interactuación entre las personas: reuniones y meetings, mesas redondas, exposiciones, pero también actos informales como asistencia a espectáculos, juegos, concursos, etc.
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Utilizar la nuevas tecnologías y, sobre todo, las redes sociales para concertar reuniones interesantes antes del viaje.
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Seleccionar cuidadosamente los invitados, con vistas a ayudar a la creación de contactos con el máximo interés para la empresa.
Una de las sensaciones más placenteras y positivas para el ser humano es el conocimiento de personas que nos enriquezcan, haciéndonos crecer en el aspecto profesional y humano. El networking es, por lo tanto, unas de las grandes virtudes y un plus añadido de los viajes de incentivos.
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