Ya hace tiempo que la cuarta revolución industrial ha llegado a las fábricas, pero con la industria 5.0 asomando la cabeza, la automatización en el sector industrial ha pasado de ser una alternativa a una necesidad. Es cierto que ofrece muchas ventajas, pero antes hay que hacer frente a unos cuantos retos. ¿Quieres saber cuáles? Sigue leyendo.
Seguro que has oído hablar de la cuarta revolución industrial. Pues bien, mientras hay empresas que todavía están tratando de ponerse al día con la industria 4.0, el sector industrial ya tiene que enfrentarse a un nuevo reto: la industria 5.0. ¿Y qué significa eso? Que el sector industrial ya debería estar automatizado.
Los retos de la automatización en el sector industrial
Esto supone todo un reto, pues la automatización en el sector industrial implica tomar una serie de medidas que implican tiempo y costes. Algunas de las que se hacen indispensables hoy en día son las siguientes:
• Lograr un sistema de producción eficiente y flexible. ¿Cómo se consigue eso? Empezando por integrar las ERP (procesos de la interfaz de empresa) con el MES (el nivel de gestión en planta).
• Desarrollar sistemas de análisis y softwares que traduzcan los datos en soluciones que ayuden a saber qué buscan exactamente los clientes.
• Alinear los diferentes procesos de fabricación para poder adaptar la producción a la demanda real. Y de paso, conseguir la flexibilidad suficiente como adaptarse a las necesidades de cada cliente.
• Implementar procesos que refuercen y optimicen cada parte del proceso, al mismo tiempo que ayuden a reducir errores en la entrega de los productos. Al igual que hace el ya conocido Six Sigma, por ejemplo.
• Conectar la fábrica con el punto de venta para detectar los posibles fallos que puedan producirse tanto en la elaboración como en la entrega.
• Ser capaces de seguir la trazabilidad de los componentes en toda la cadena de producción. Así, las empresas tendrían control sobre los productos fabricados. Para ello, grandes compañías ya han empezado a utilizar herramientas como la tecnología blockchain. También la Inteligencia Artificial puede realizan análisis predictivos para gestionar las rutas logísticas o detectar cuándo se ha cogido un artículo del almacén. Del mismo modo, el Internet de las Cosas (IoT) permite interconectar varios aparatos con Internet para monitorizar la cadena de suministros. Simplemente con colocar sensores inalámbricos en la carga puedes recibir en tiempo real información sobre su estado o su ubicación.
• Utilizar todas las herramientas al alcance de la mano que ayuden al sector industrial a ahorrar tiempo y dinero. Entre ellas, la facturación digital y las plataformas de gestión de gastos.
• Instaurar protocolos de ciberseguridad para mantener a salvo toda la información.
Las posibilidades de la automatización en el sector industrial
Todo eso implica costes y tiempo de adaptación. La parte positiva es que una vez superada esta fase, las empresas ya estarán preparadas para atender las demandas de los nuevos clientes, quienes buscan productos y servicios personalizados. Al mismo tiempo, al ser más inteligentes, las fábricas también serán más eficaces tanto a nivel operativo como energético.
Eso por no hablar de la capacidad que tendrá el sector industrial para producir de forma ininterrumpida, para conseguir mayor precisión, para alcanzar unos niveles de calidad excelentes y para reducir el tiempo de producción y reacción ante un cambio o una necesidad.